Con la llegada del nuevo ciclo escolar y el regreso a clases, muchas familias se enfrentan nuevamente al caos de la rutina.
El tráfico matutino, las tareas interminables, las clases extraescolares y toda la agitación que conlleva la vida escolar de los niños y jóvenes.
Pero, ¿es realmente el regreso a clases una amenaza? ¿O más bien, puede ser una oportunidad para fortalecer los lazos familiares y retomar hábitos saludables?
En esta nueva etapa, nos enfrentamos a la encrucijada de abrazar estos desafíos como oportunidades de crecimiento y transformación.
Recuperando la armonía familiar
A pesar de los desafíos que implica el regreso a clases, esta etapa puede convertirse en un trampolín para fortalecer la dinámica familiar y propiciar la participación de todos los miembros en casa.
Bajo el lema #quiennoparticipanoseintegra, podemos encontrar en esta oportunidad la clave para mantener la armonía y el balance en la vida familiar.
Te comparto cinco tips para aprovechar al máximo esta oportunidad bajo los principios de la educación positiva de Jane Nelsen.
1. Conexión antes de corrección:
Este principio se centra en establecer una relación afectiva y respetuosa con los niños antes de abordar cualquier situación disciplinaria.
La idea es que los niños son más receptivos a la corrección cuando sienten que están conectados emocionalmente con los adultos a cargo.
Establecer un horario conjunto para las actividades diarias puede ser un gran paso para fomentar un ambiente de orden y respeto.
Incluir momentos de estudio, tiempo libre, tareas domésticas y actividades en familia ayudará a equilibrar todas las responsabilidades y a fomentar la colaboración de cada uno de sus miembros.
2. Fomentar la capacidad de crecimiento:
En lugar de castigar o reprender, la Educación Positiva propone enseñar a los niños habilidades y estrategias para resolver problemas y enfrentar desafíos.
Se enfoca en el desarrollo de la autorregulación y la toma de decisiones conscientes.
Es por eso que fomentar la comunicación entre los miembros de la familia es vital.
Dedicar tiempo a compartir experiencias del día escolar, inquietudes y logros contribuirá a fortalecer los lazos afectivos y mantenerse al tanto de la vida de cada miembro.
Recuerda, de la convivencia familiar surge el crecimiento y desarrollo individual.
3. Mutuo respeto:
Este principio implica tratar a los niños con el mismo respeto y dignidad que se espera de ellos.
Los adultos modelan el respeto mutuo al escuchar, validar los sentimientos y brindar opciones a los niños en lugar de imponer autoridad de manera autoritaria.
Participar en el proceso educativo de los hijos es fundamental.
Estar al tanto de sus tareas, proyectos y logros académicos no solo muestra interés, sino que también brinda la posibilidad de ofrecer el apoyo necesario en su desarrollo educativo.
La escucha activa es una de las mayores muestras de respeto.
4. Colaboración y cooperación:
La Educación Positiva promueve la participación activa de los niños en la búsqueda de soluciones.
Se busca involucrar a los niños en la toma de decisiones, fomentando su sentido de responsabilidad y contribuyendo a un ambiente familiar o educativo más armonioso.
El regreso a clases es una excelente oportunidad para retomar hábitos saludables en diferentes aspectos como la alimentación, el uso de la tecnología, los encargos, entre otros y así fortalecer la unión de toda la familia.
5. Enseñar habilidades sociales y de vida:
En lugar de centrarse solo en castigar o evitar comportamientos negativos, la Educación Positiva se enfoca en enseñar habilidades sociales, emocionales y de vida a los niños.
Esto incluye la comunicación efectiva, la empatía, la resolución de conflictos y la responsabilidad.
Para esto se puede aprovechar las tardes y los fines de semana para compartir actividades en familia es esencial.
Juegos de mesa, excursiones, picnics y otras actividades recreativas permiten disfrutar del tiempo juntos y reforzar los lazos afectivos.
Un nuevo comienzo
El regreso a clases no debe ser visto como un obstáculo, sino como un nuevo comienzo lleno de oportunidades para crecer como individuos y como familia.
Cada reto que enfrentamos en esta etapa puede ser una plataforma para fortalecer el proyecto educativo familiar.
Y fomentar valores fundamentales como la solidaridad, el compromiso la empatía , la generosidad y la responsabilidad.
En un mundo que avanza a un ritmo vertiginoso, es crucial que las familias encuentren momentos para conectarse, comunicarse y crecer juntas.
El regreso a clases ofrece la oportunidad de establecer una rutina que favorezca el equilibrio entre las responsabilidades académicas y el tiempo de calidad en familia.
Iniciando con fuerza
Aprovechemos este ciclo escolar como una hoja en blanco, en la que escribimos nuevas experiencias, fortalecemos vínculos y trazamos un camino de crecimiento y desarrollo integral.
Recordemos que, en medio de los desafíos, reside la posibilidad de crear momentos inolvidables y un futuro sólido para nuestros hijos.
El respeto mutuo y la cooperación es fundamental en este proceso de adaptación, donde los niños puedan desarrollar habilidades para enfrentar los desafíos del nuevo ciclo escolar de manera constructiva y responsable.
Soy Sergio Cazadero y te quiero compartir, cómo hacer para crecer.