¡Por favor, no lo pongas de cabeza!
El origen de esta particular devoción (de pedirle una buena pareja)
Se debe a que en tiempos de San Antonio, las mujeres que no tenían el dinero suficiente para dar la dote matrimonial no podían casarse.
Pero San Antonio, con su predicación, lograba que muchas personas ricas ayudaran a las mujeres pobres para que pudieran contraer matrimonio
Además, tenía fama de que sus reflexiones lograban que los enemigos se reconciliaran, que los novios pudieran llegar hasta el matrimonio y que las parejas resolvieran sus desavenencias.
Según la tradición, después de la muerte de San Antonio, una mujer soltera fue a su tumba para solicitarle ayuda y poder casarse.
Mientras ella oraba vio al santo en el techo del templo volteando su cuerpo hacia abajo mientras le decía que fuera en su nombre con una persona que le daría el dinero para la dote.
La mujer acudió al lugar y recibió la ayuda que necesitaba.
Sin embargo, al comentar que había visto a San Antonio ‘de cabeza’, muchas mujeres comenzaron a colocar la imagen del Santo en esa posición para pedir ayuda y poder casarse.
En este sentido, cabe mencionar que la Iglesia considera como una falta de respeto colocar de esa manera la imagen de este Santo, pues merece veneración.
Y en cuanto a las jovencitas que deseen encontrar un buen marido, recomienda encomendarse no sólo a su intercesión, sino también a la de San José y sobre todo a la de la Santísima Virgen María.
¿San Antonio de cabeza?
El Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) en el numeral 2111 explica que la superstición es «una desviación del culto debido al Dios verdadero”.
Por ejemplo, cuando le otorgamos una importancia de cierto modo “mágica” a ciertas prácticas legítimas o necesarias como son las oraciones o los sacramentales.
Con relación a los sacramentales y oraciones, se cae en superstición cuando se confía en la materialidad del acto sin la necesaria disposición interior.
Es decir, cuando en vez de valorar un objeto religioso por lo que representa se le atribuye un poder que no tiene.
(Como en el caso de las personas que ponen de cabeza a San Antonio).
Así que ya lo sabes:
- San Antonio no hace milagros. Lo que hace por ti es interceder ante Dios para que te conceda una buena pareja y formar una familia cristiana, apegada a la fe católica.
- Si decides acudir a la intercesión de San Antonio, no lo voltees de cabeza. Tan solo rézale y preocúpate por no buscar lo superficial en el otro. Recuerda que lo valioso es lo interior, los buenos sentimientos.
- Si conoces a alguien que suele practicar este mal hábito de voltear a San Antonio de cabeza, corrígelo fraternalmente.
¡Si tienes alguna duda, te invitamos a acercarte con el sacerdote de la parroquia más cercana a tu domicilio o al que le tengas más confianza! Evita caer en supersticiones.
Texto extraído del contenido de la página de Facebook de la Catedral San Agustín, Tlapa de Comonfort, Gro.