Inspirado en las reflexiones de Marian Rojas Estapé
La adolescencia es una etapa de transformación profunda, tanto física como emocional.
La psiquiatra y divulgadora Marian Rojas Estapé nos invita a comprender el cerebro adolescente como una clave para educar desde el amor, la aceptación y la guía firme.
Su enfoque combina neurociencia, psicología y pedagogía afectiva, ofreciendo herramientas valiosas para padres, madres, educadores y acompañantes que buscan acompañar esta etapa con sabiduría.
Características del cerebro adolescente
Durante la adolescencia, el cerebro se encuentra en pleno proceso de maduración. Este desarrollo desigual entre distintas áreas explica muchas de las conductas típicas de esta etapa:
1. Conflicto entre emoción y razón
La amígdala, centro de las emociones, está hiperactiva, mientras que la corteza prefrontal, responsable del juicio y la toma de decisiones, aún no ha alcanzado su madurez.
Esto provoca:
- Reacciones intensas.
- Impulsividad.
- Dificultades para regular emociones.
2. Búsqueda de recompensas
El circuito de dopamina se activa intensamente, llevando al adolescente a buscar gratificación inmediata.
Si no se canaliza adecuadamente, esta tendencia puede derivar en:
- Hábitos perjudiciales.
- Conductas de riesgo.
- Mayor sensibilidad a la presión social.
3. Vulnerabilidad y neuroplasticidad
El cerebro adolescente es altamente plástico, lo que significa que las experiencias dejan huellas profundas.
Esto representa tanto una gran oportunidad de aprendizaje y crecimiento, como un riesgo si no hay orientación adecuada.
Estrategias educativas para acompañar al adolescente
Según Marian Rojas Estapé, la educación en esta etapa debe combinar firmeza con afecto, entendimiento con límites. Algunas claves para cultivar un entorno saludable son:
Regulación emocional
Los adultos deben ser modelos de gestión emocional, mostrando cómo enfrentar frustración, enojo o tristeza de manera constructiva.
Límites claros y coherentes
Establecer normas con amor y consistencia brinda seguridad al adolescente, ayudándole a desarrollar:
Autocontrol.
Resiliencia.
Criterio frente a la presión externa.
Vínculo afectivo
Un entorno de aceptación y cariño es el mejor antídoto contra la inseguridad. El adolescente necesita sentirse amado para explorar el mundo con confianza.
Comprensión neuroeducativa
Conocer cómo funciona el cerebro adolescente permite a los adultos responder con empatía en lugar de frustración, transformando los conflictos en oportunidades de crecimiento.
Gestión de la atención
En un mundo saturado de estímulos digitales, es esencial enseñar a los adolescentes a:
Enfocar su atención.
Desarrollar curiosidad.
Fortalecer la concentración.
Educar con amor en la adolescencia
Educar a un adolescente es acompañar su proceso de construcción de identidad.
Comprender su cerebro, sus emociones y sus necesidades nos permite ser guías amorosos y firmes en un camino que, aunque desafiante, está lleno de posibilidades.
Como afirma Marian Rojas Estapé, el amor, la aceptación y la firmeza son los pilares que sostienen un desarrollo saludable en esta etapa crucial.
Oración para educar con amor
“Señor, acompáñanos en el arte de educar con amor, paciencia y sabiduría. Que podamos ver en cada adolescente una semilla de vida, esperanza y propósito, y ser para ellos luz en su camino de crecimiento. A ejemplo de la Santísima Virgen María y San José.”
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