Indulgencia plenaria
Durante el 31 de diciembre y el primer día del nuevo año, la Iglesia Católica ofrece la oportunidad de obtener indulgencia plenaria como muestra de la misericordia de Dios y el deseo de santificación de todos sus miembros.
En la víspera de la Solemnidad de María, Madre de Dios, se otorga indulgencia plenaria a aquellos fieles que recen públicamente el Te Deum, agradeciendo a Dios por el año que culmina.
Asimismo, el 1 de enero, en la Solemnidad de Santa María Madre de Dios, se concede indulgencia plenaria a quienes recen públicamente el himno Veni Creator, implorando bendiciones para el nuevo año que inicia.
Además de realizar la obra específica mencionada en los párrafos anteriores, se deben cumplir las siguientes condiciones:
- Primero, es necesario experimentar un rechazo profundo hacia cualquier afecto relacionado con el pecado, incluso el venial.
- Segundo, se debe asistir a la Confesión sacramental, recibir la Comunión y rezar por las intenciones del Papa. Estas condiciones pueden cumplirse unos días antes o después de llevar a cabo la obra que otorga la indulgencia.
Es importante destacar que mediante una única Confesión se pueden obtener varias indulgencias, aunque se recomienda la frecuencia en el sacramento de la Reconciliación para profundizar en la conversión y en la pureza de corazón.
En cuanto a la Comunión eucarística y la oración por las intenciones del Papa, se debe tener en cuenta que con una sola Comunión y una sola oración, realizadas el mismo día, se obtiene una indulgencia plenaria.
Finalmente, la condición de orar por las intenciones del Papa se cumple al rezar un Padre Nuestro y un Ave María.Aunque se otorga la facultad de emplear cualquier otra fórmula de acuerdo con su piedad y devoción.
Fuente: Aciprensa