Nadie duda de la necesidad de acercar de forma veraz y efectiva a los adolescentes; educación sobre salud sexual reproductiva.
Y de la importancia una intervención educativa en primer lugar de los propios padres de familia.
Los adolescentes continúan siendo una de las poblaciones donde la formación e intervención oportuna de la familia es primordial.
Por oportuna deberíamos entender desde los primeros años. Incluirla en los cuidados y hábitos de salud integral desde bebés.
Las relaciones sexuales y las prácticas de riesgo para ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual), se inician cada vez más a temprana edad.
En México algunas estadísticas, refieren que se inician en estas prácticas a partir de los 10 u 11 años.
¿Qué podemos hacer ante los hechos?
Más que programas de prevención y utilización de métodos anticonceptivos.
Los padres de familia deberían crear su propio programa de educación y salud reproductiva; e incluir como base el aprecio por las virtudes humanas como la castidad, el pudor, y el valor de su intimidad.
Ejercer la voluntad y a ganarse el bien por el bien mismo.
En la etapa de la adolescencia
Según Erick Ericksson, deben cumplirse ciertas tareas, psicoafectivas, y psicoemocionales, el adolescente reafirma su identidad y desarrolla su personalidad, esto significa que se identifica y reafirma como hombre o mujer, desde su masculinidad y feminidad natural respectivamente.
Así como ordenar el amor y vínculos afectivos, solucionar asuntos propios en el proceso de desarrollo personal, pérdidas y duelos de objetos.
Personas y situaciones, responden a la formación de su personalidad, autonomía, responsabilidad y toma de decisiones; los cambios físicos y hormonales que tienen mucho que ver con su demanda y respuesta emotiva, el rol infantil, y el control de sus instintos y deseos.
(Desarrollo de las facultades superiores: Inteligencia conciencia y voluntad)

El nivel de comunicación que exista entre los padres e hijos. En un mundo hipersexualizado, donde todos hablan de sexo y género, donde todos opinan, es una gran omisión el que los padres no hablen primero con sus hijos.
La educación de los hijos y en especial la de la sexualidad, corresponde a los padres. No hacerlo por miedo, desconocimiento, vergüenza, apuro, falta de tiempo o por cualquier otra excusa y no hacerlo en el momento oportuno, deja a nuestros hijos en manos de “los otros”, que dan consejos al por mayor, no sabemos con qué intenciones.
Ninguna “guía sexual” para adolescentes es adecuada; más que la de los propios padres.
A la luz del Espíritu Santo y de la verdad del amor, de manera natural, directa y con lenguaje claro. Aquí no se vale dejar ninguna pregunta sin contestar, aunque juntos busquen la respuesta.
- Acompañar el momento evolutivo de nuestro hijo: en cada etapa, sin demora y con acierto.
- Adecuarse a su personalidad: cada hijo es hijo único.
- Respetar su intimidad: hacerlo con mucha delicadeza, siempre con la verdad, llamando a las cosas por su nombre.
- Atenerse a una visión antropológica integral: la sexualidad afecta a toda la persona.
- Asesórate con un experto. Como una servidora Victoria Mijares
Oración
Pidamos a Dios Padre la sabiduría para educar y formar a nuestros hijos en su plan divino. Que demos testimonio de virtudes para las nuevas generaciones.
Y sobre todo que mostremos el Corazón amoroso y la Misericordia de Dios para todos aquellos que se han dejado llevar por sus pasiones desordenadas. Nunca es tarde para un corazón contrito y arrepentido.

Soy Victoria Mijares , consultora
y sería un honor para mí acompañarte en la educación de tus hjijos.