Psicoanálisis
Desde los inicios del método, se ha puesto en duda la validez científica del psicoanálisis como modelo de tratamiento o incluso de investigación.
Recordemos que para Freud, el padre del psicoanálisis, era importante darle ese respaldo cientificista, producto de la época en la que él vivió.
Donde el positivismo era la tendencia al momento de desarrollar saberes.
No debe resultarnos extraño que él, siendo médico, buscara hacer del psicoanálisis una disciplina científica.
Muestra de ello son los términos empleados: pulsiones, economía, dinámica, etcétera.
No obstante, con el paso de los años, se comprendió que el psicoanálisis, más allá de buscar dicha comprobación conforme al método científico, se desarrolló como un modelo metapsicológico.
Donde se desarrollan diferentes conceptos y teorías que tienen el propósito de darle una explicación a aquello que ocurre en la mente, cuya «comprobación» se delimita a la sesión psicoanalítica.
En la actualidad
Es un debate que dejó de tener sentido, puesto que el psicoanálisis debe entenderse como un método terapéutico, un método de investigación y un método metapsicológico.
Atrás quedaron esos días en los que se buscaba la comprobación científica de laboratorio.
No obstante, esos intentos se siguieron desarrollando, por ejemplo, con los llamados psicólogos del «yo».
Donde podemos encontrar desarrollos valiosos para el psicoanálisis, como los expuestos por Margaret Mahler o Kohut, por mencionar algunos ejemplos.
El psicoanálisis
Tiene la virtud de indagar en lo más profundo de la mente de tal manera que se ayuda al paciente a que se entienda.
Y, en consecuencia, encontrar un equilibrio que le permita comprenderse y cambiar, si así lo quiere el paciente, diferentes aspectos de su vida.