Preparar disponiendo la mente: ¡Recordando tu promesa!
Estamos en tiempo de adviento hermanos, un tiempo en que la Iglesia nos invita a guardar y velar.
Estamos en tiempo de preparar la vida y el corazón para recibir a Jesús que ya se acerca, que está por llegar.
Este es un tiempo de oración y de perdón, una oportunidad para prepararse en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor.
Este es un tiempo de alegría y agradecimiento por el advenimiento de nuestro Señor, pues su alianza de amor se concreta con su llegada.
“Él se acuerda siempre de su alianza” (1Crón. 16, 15-16)
Es importante reconocer cómo nos encontramos para su llegada, cómo estamos preparando el pesebre para su nacimiento.
El Adviento es tiempo de pasar a vivir con un corazón precavido y renunciar a vivir con un corazón descuidado.
¿Cómo está nuestro corazón esta mañana?, ¿En dónde está tu corazón en este momento?
Porque muchas son las propuestas que el mundo nos ofrece, pero solo una es la alianza de amor que puede planificar el corazón.
La invitación es a centrar el corazón en esa alianza, en que ya se acerca el Amor de los amores, ¡Está próximo a llegar! y quiero recibirle, quiero acogerlo como se merece, por eso hoy, este día, es un buen momento para comenzar a prepararnos y disponer el corazón para recibirlo, para acogerlo.
Ya viene Jesús, salgamos a su encuentro. Solo preparará el encuentro aquel que añora a la persona que va a recibir.
¿Cuánto añoramos a Jesús?
Esta pregunta la responderemos según la profundidad e intencionalidad con la que vivamos este Adviento.
Querido Jesús, ayúdame a no improvisar en nuestra relación, ayúdame desde hoy a preparar mi corazón para poderte recibir.
Tú sabes que te amo Señor, enséñame a volver vida este amor que enciende mi corazón, ayúdame a preparar el sitio para recibirte en mi casa, en mi familia, en mi mesa pero sobre todo, en mi corazón. “Ven Señor Jesús”.
Oración:
Querida Trinidad, gracias porque en medio de las circunstancias, nos siguen llamando a permanecer, gracias por la insistencia en nuestras vidas.
Gracias por este tiempo próximo a vivir. Enséñenos a disponer el corazón en este tipo de Adviento, a preparar nuestro pesebre para la llegada de Jesús.
Ayúdenos a permanecer fieles en la oración y a sus promesas. Señor, enséñanos a orar.