La felicidad, una búsqueda insaciable
Entre todas las preguntas existenciales que suelen rondar al ser humano (¿Quién soy?, ¿Cuál es mi propósito?, ¿A qué vine a este mundo?), hay una que resuena con fuerza en nuestros corazones: ¿Cómo puedo ser feliz?
La búsqueda de la felicidad es tan intrínseca a nuestro ser, que se ha convertido en una industria donde vemos a miles de empresas vendiéndonos la idea de que al viajar, comprar, tener o hacer algo lograremos alcanzar por fin la felicidad.
Entonces, ¿Por qué por más que hacemos y experimentamos cosas nuevas seguimos sin ser enteramente “felices”?
Descubre el camino a la felicidad:
El profesor Tomás Melendo nos diría que, no nos sentimos completamente felices porque nos falta amar.
Y es que, como diría él: “la felicidad es directa y exclusivamente proporcional a la calidad e intensidad de nuestros amores”.
Es decir, entre más amemos, entre más agrandemos nuestro corazón, nos sentiremos más plenos y, por ende, seremos más felices.
La felicidad para nosotros, como hijos de Dios.
Debemos ser conscientes de que fuimos creados para amar. Para eso hemos venido al mundo. Esa es nuestra misión, nuestro objetivo.
Es tan importante que seamos capaces de vivir en el amor, por amor y para el Amor, que el mismo Jesús lo estableció como el primero de los mandamientos:
“Amarás a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo”. Mateo 22, 37-39
Así como los pájaros han sido hechos para volar y si no vuelan se deprimen, (muriendo en muchos casos de tristeza); de la misma manera el hombre ha sido hecho para amar.
Si no amamos, si no somos capaces de darnos a los demás y de hacer todo con amor, también nos sentiremos vacíos, tristes, llenos de frustración.
¡Transfórmalo todo! para alcanzar la felicidad.
Tomás Melendo, a través de una serie de videos, nos explica que la clave de la felicidad reside justamente en esto: en amar (cada vez más y mejor). En transformar todo cuanto hagamos en amor.
¿Y en qué consiste esto de transformar algo en amor?
En que hagamos todo buscando el bien de quienes nos rodean.
Que seamos capaces de donar nuestro tiempo para escuchar al otro cuando nos busca, hablemos y corrijamos con caridad, así como que estemos disponibles para los demás.
Los expertos te aconsejan
Muchos grandes santos y teólogos han ahondado en este tema; basta recordar la famosa frase de San Juan de la Cruz: “Al atardecer, se te examinará en el amor”.
Tomás Melendo nos invita justamente a retomar esta frase y aplicarla en nuestro día a día: al llegar la noche, cuando estemos solos en un momento de oración, reflexionemos ¿Qué tanto fuimos capaces de amar en ese día?.
¿Hemos acabado queriendo más a nuestra familia, a nuestros amigos, a nuestra pareja, a nuestros hijos…?
¿Se los hemos demostrado en realidad?
La vida es la oportunidad que Dios nos da para aprender a amar más y mejor, no solo para que desde ahora podamos ser felices sino para que…
“Habiendo dilatado las fronteras de nuestro corazón, nos quepa más Dios en el alma y seamos más felices por toda la eternidad”.
Tú, ¿ya te diste hoy la oportunidad de amar más?
Monse Reyes.