La Reina Isabel II después de estar bajo observación médica ha partido de este mundo para encontrase con Dios. La muerte ha sido reportada este jueves por el Palacio de Buckingham.
Ha sido la monarca con el reinado más largo en toda la historia de Reino Unido y su vida nos ha dejado una herencia.
Su vida es admirable y pudiera ser controversial, y su legado (herencia) es innegable. Es por ello que aquí tenemos 3 lecciones que nos ha dejado con su vida y que podemos aprender de ella.
1) La vida te puede sorprender
Es parte innegable de la herencia de la Reina Isabel II. Elizabeth Alexandra Mary Windsor no iba a ser reina, pero acabó siendo la monarca más longeva de Gran Bretaña. Esto debido a que su tío había subido al trono y su descendencia sería la heredera.
Pero Eduardo VIII abdicó en 1936 y su hermano menor, padre de Elizabeth, subió al trono. En este momento Elizabeth tenía 10 años y se convirtió automáticamente en heredera al trono.
La Reina Isabel II, no era la candidata al trono, pero Dios tenía otros planes para ella. Muchas veces el “realismo” o lo que conocemos de la realidad, nos hace perder las esperanzas, sin embargo…
No sabes lo que Dios tiene planeado para ti.
Si lo que anhelas es una casa, un coche, o comodidades, déjame decirte que Dios tiene muchas cosas más valiosas para ti.
Dios sueña “a lo Dios” con tu vida. Él sueña cosas muy grandes contigo. Tal vez no será el reinado Inglaterra, pero créeme: Dios sueña más allá de las aspiraciones terrenales.
Dios sueña que seas libre, plena, ETERNA. ¡Si! así, eterna, con todas sus letras. Repite conmigo, ETERNA. Deja que Dios te sorprenda en el día a día.
2) Los amantes sufren la distancia
La segunda lección que nos da la herencia de la Reina Isabel II es la siguiente:
La entonces princesa hija del rey Jorge VI, conoció a Felipe cuando ella solo tenía 13 años y él 18. Corrían tiempos difíciles, marcados por la guerra, él sirvió como un británico más en la II Guerra Mundial y ella estaba refugiada con su hermana Margarita en el castillo de Windsor.
La pareja se expresó su amor por medio de cartas, y tal fue su amor, que en septiembre de 1943 él acudió a Balmoral para declararle su amor eterno.
Sin embargo, las cosas no serían fáciles, ya que, durante más de 73 años de unión…
El matrimonio ha sobrevivido contra viento y marea al oleaje desde fuera y desde dentro.
Uno diría que tener 73 años de matrimonio es fácil cuando eres una reina, sin embargo, no es así. Cuando te molestas con tu cónyuge nunca te acuerdas de la cuenta que tienes en el banco o la marca de auto que posees.
El desamor es el desamor y la frustración, el enojo y la idea de salir corriendo, llegan independientemente quien seas. Sin embargo, el amor es el amor, cuando amas, las cosas son diferentes, se ríe diferente, se llora diferente, se vive diferente.
El origen de ese amor a prueba de balas, que dure hasta la muerte, no es humano, si no más bien divino. El cual alimenta y fortalece esa historia de amor inicialmente humana, como un medio para que sea eterna.
Por cierto, pero el rey Jorge les solicitó a los enamorados que esperasen a que la princesa Isabel cumpliera 21 para casarse. No cabe duda que los amantes sufren la distancia y que la dinámica natural del amor es unir a las personas de una manera sobrenatural.
3) Existen hombres y mujeres de palabra, que cambian la historia.
Estas fueron las palabras de la Reina Isabel II en el momento de subir al trono: “Declaro ante todos ustedes que toda mi vida, ya sea larga o corta, estará dedicada a su servicio y al servicio de nuestra gran familia imperial a la que todos pertenecemos”, dijo la entonces joven de 25 años.
A partir de ese momento, uno de los papeles más importantes de la Reina fue alentar y reconocer el servicio público y voluntario, teniendo vínculos con más de 600 organizaciones benéficas.
Así como la Reina Isabel II cambio muchas vidas…
Tú puedes cambiar también la vida de otros.
Tal vez no tendremos un cargo con la influencia tal de una reina, pero sí podemos dejar un legado en nuestros ambientes, en el trabajo, la escuela, la casa.
Piensa en alguien concreto, un hijo, un amigo, una comunidad, no importa quien o quienes sean, ¡sólo ama! ama de verdad, y así cambiarás sus vidas. ¡Ama a lo Dios! ama como San Pablo nos dice en la primera carta a los corintios capítulo 13:
“El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasará jamás.”
La reina Isabel II lo prometió a los 25 años y lo logró, no sé en qué medida, pero logró cumplir su promesa y por eso el mundo se lo agradece, es por eso que miles se conmovieron con su fallecimiento.
Así como ella, el mundo necesita hombres y mujeres que se comprometan a amar, que cambien la historia del mundo, que amen más y de forma verdadera.
Oración
Oh Padre bueno, te doy gracias por la vida de la Reina Isabel II, que como todas, es valiosa y digna.
Te pido por nuestro lector, para que suscites en su corazón ese fuego en el espíritu que le lleve a amar al mundo. Y así unos con otros seamos participes de la civilización del amor, ese amor que es verdadero y solo nos conduce a ti.
Amén.
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