«La Sonrisa de María». Empieza el mes de mayo, mes dedicado en la tradición de la Iglesia Católica a María, Ntra Santa Madre.
Coincidentemente en México el 10 de mayo se celebra el Día de las Madres, celebración profundamente arraigada en nuestro pueblo.
Enmarcardo en este mes de sol y flores, quiero compartir esta sencilla pero sentida reflexión sobre la ternura de María, que tanta falta hace en el mundo , en una humanidad cada vez más fría y encerrada tras los muros del miedo y la desconfianza , que ha ido haciendo el contacto humano cada vez más indiferente y frío.
Hoy en este mes, halzo la voz para agradecer y bendecir a todas las madres y mujeres, que con su ternura y generosidad acogen al que sufre el frío de la indiferencia que permea nuestro mundo.
La Sonrisa de María
De manera especial, invitarlos a hacer una pausa en estos días de mayo, para darnos ese espacio para la oración y agradecimiento a ntra. Madre Santísima, para en unos minutos , cual lo hicimos de niños , ofrecerle con amor y confianza una flor nacida de nuestro corazón.
Una flor que sea la mensajera que lleve nuestro amor de hijos , nuestra entrega y confianza plena en su Amor de Madre.
Hoy más que nunca el mundo esta sediento de poder dar un sentido a su vida y una renovada esperanza que nos fortalezca en las luchas de cada día.
María, Ntra Madre, es Socorro Perpetuo para nosotros sus hijos
Ella no espera con la ternura de Madre de Dios y Madre nuestra. Ella es y deberá ser nuestro faro de luz y de fe en el camino de la vida. María es luz en la oscuridad, claridad ante las dudas, fortaleza ante los temores, esperanza en el desaliento.
Su amor de Madre rompe el frío silencio de la indiferencia de nuestro mundo
María es sencillez plena de sabiduría , generosidad y ternura, brazos abiertos que reconfortan y abrazan, corazón abierto a nuestras alegrías y sufrimientos.
María, es la doncella alegre, sencilla y valiente, que dijo Sí a la voluntad de Dios y con ese Sí cambio la historia de la Humanidad, al ser la Madre de Cristo, nuestro Redentor.
Y desde entonces también acepto ser Madre de todos nosotros. Hagamos este mes de mayo, Mes de María, una renovada consagración y entrega de nuestras vidas, familia y país, a María, nuestra Madre.
Y las mujeres no perdamos su enseñanzas y modelo de vida, seamos en nuestras familias y comunidad, a ejemplo de nuestra Madre, la sonrisa tierna de Dios en el mundo.
