Deben ser muchos más pero en este post te mencionaré 4 puntos que no debes olvidar sobre los sueños de Dios con tu familia.
Tu familia es tu mayor tesoro.
Sin duda un regalo de Dios que hay que cuidar.
“La paz y la guerra empiezan en el hogar. Si de verdad queremos que haya paz en el mundo, empecemos por amarnos unos a otros en el seno de nuestras propias familias. Si queremos sembrar alegría alrededor nuestro, precisamos que toda familia viva feliz” Madre Teresa de Calcuta.
La familia tiene un papel muy importante en cualquier sociedad del mundo. Si las familias no están en el centro del presente, no habrá futuro, pero si las familias vuelven a ponerse en marcha, todo vuelve a funcionar.
Por ello hoy recordamos el Día Internacional de la Familia, el cual se celebra mundialmente el 15 de mayo de cada año.
El Papa Francisco estableció en marzo 2021 “El año de la Familia” para ayudar a fortalecer la fe y vivir la alegría de Dios de manera más fructífera en la vida familiar.
¿Qué le está pasado a la familia?
¿Por qué nos cuesta trabajo descubrir la belleza de ser familia y recordar los sueños de Dios?
Una pregunta que te invito a reflexionar a partir de los siguientes 4 puntos:
La familia necesita amor para existir y ser feliz.
Así como los peces necesitan agua para vivir, el amor en la familia es como el agua para los peces. El apóstol Juan nos dice “Ámense los unos a los otros como yo los he amado“ Juan 13, 34. La familia está llamada a amarse entre esposos e hijos como Dios nos ha amado.
Amar en lo sencillo y cotidiano de cada día.
Con una actitud adecuada, con pequeñas atenciones, con gestos sencillos, cuidando los detalles de nuestra relación, amar sin esperar nada a cambio pues “Hay más alegría en dar que en recibir” Hechos 20, 35
Eso, queridos matrimonios, nos ayudará a descubrir cada día la alegría de vivir para amar y construir nuestro hogar en una comunidad de vida y amor. Donde cada miembro es un don y la familia es luz para otras familias.
Amar como Dios nos ha amado.
¿Cómo hacerlo sin reclamar o esperar algo del otro? Es necesario estar cerca de la fuente del amor que es Dios «Todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios, porque Dios es amor” 1a Juan 4, 7
El amor de Dios hace más vigoroso el amor humano, porque lo purifica del egoísmo. Como dice San Agustín de Hipona:
“Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos”.
La oración nos enseña a ser familia.
Te invito a orar de manera personal y en familia, entrar en ese diálogo profundo y cálido con Dios, pues la oración nos limpia, nos enseña a amar a cada miembro de nuestra familia.
Nos guía en la construcción de nuestro hogar, enseñándonos a ser esposos, padres e hijos.
La oración nos enseña a ser familia, a disfrutar el serlo, a amar a Dios por y a través de ella. ¿Te atreves a vivir la belleza de ser familia?
Oremos por tu familia.
Por sus debilidades y carencias, para que con ayuda de Dios se vayan trasformador en comunidades de amor y oración.
Madre buena enséñanos a orar y a ser humildes, a ser más serviciales y amar a nuestras familias. Amén
Autora invitada.
Liliana García
