¿Qué es?
La ansiedad es un problema de salud mental muy común en la actualidad. De hecho, el número de afectados supera los 260 millones a nivel mundial según la OMS.
La Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama) añadió que datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran que, en México 19.3 por ciento de la población adulta padece síntomas severos de ansiedad y más de 30 por ciento los presenta de forma leve o moderada.
El trastorno de ansiedad generalizada (TAG), el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad social y las fobias específicas, cada uno con síntomas únicos, pero compartiendo un hilo común de ansiedad persistente
El trastorno de ansiedad
Se debe a una alteración de los neurotransmisores encargados de modular las emociones y la respuesta al estrés, de ahí que se desarrolle ante la exposición frecuente a la preocupación o miedo excesivos.
Cuando el trastorno inicia, los síntomas son leves o moderados, pero pueden evolucionar a severos.
Esto trae como consecuencia disminución de la calidad de vida, el desarrollo de otros trastornos de salud mental, mayor riesgo de consumo de sustancias psicoactivas, autolesiones y pensamientos suicidas, e incluso puede ser incapacitante.
El núcleo familiar y el acompañamiento a través de la escucha son fundamentales para superar cualquier trastorno de salud mental, ya que pueden ayudar al paciente a identificar las situaciones que le generan síntomas y ofrecer apoyo.
Esta labor debe aplicarse también desde la infancia, acompañándolos y educándolos con el ejemplo, a que identifiquen sus emociones, pensamientos y aprendan a manejarlos de manera efectiva, promoviendo así el cuidado de su salud mental.
Las opciones de tratamiento para los trastornos de ansiedad varían desde intervenciones farmacológicas, incluyendo inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), hasta diversos enfoques psicoterapéuticos como la terapia cognitivo-conductual (TCC).
Un énfasis creciente en planes de tratamiento personalizados busca mejorar la efectividad de las intervenciones, abordando las necesidades individuales de los pacientes.
En el diagnóstico y tratamiento de los trastornos de ansiedad a menudo surgen de problemas de diagnóstico erróneo, la auto y sobre medicación, así como los desafíos de abordar condiciones comórbidas como la depresión y el abuso de sustancias.
Aquí tienes 10 consejos para sentirse mejor
- Proponte una rutina. Levántate, dúchate, limpia la casa, practica ejercicio, sal al aire libre, toma el sol manteniendo unos horarios, en la medida de lo posible.
- Mantén la higiene en tu hogar o lugar de trabajo.
- Establece normas en casa, que ayudan a mejorar la convivencia y el respeto con los miembros de la familia.
- Mantén una alimentación saludable y mantén unos horarios para las comidas.
- Duerme de 7 a 8 horas, ya que un buen descanso ayuda a afrontar el día siguiente.
- Reserva un tiempo para cuidarte. Para, y dedica un tiempo para pensar en aquello que te hace sentir bien y añádelo en tu día a día. Dedica tiempo para la autorreflexión y el autoconocimiento. Piensa en el presente y disfruta leyendo, escuchando música, o haciendo cualquier otra actividad que te haga sentir cómodo y relajado.
- Mantén y cultiva las buenas relaciones con familiares y amigos.
- Ayuda a los más vulnerables, realiza actividades de voluntariado con las poblaciones menos favorecidas.
- Cuidada lo que ves y escuchas. En la actualidad, se recibe una gran cantidad de información que puede activar tu estrés.
- Aleja pensamientos catastrofistas. Es normal sientas miedo o pensamientos negativos, pero trata de no prestarles atención, por ello, si tienes ansiedad, busca alguna técnica de relajación como la respiración, la aromaterapia, pintar, o disfrutar la naturaleza.
Si tienes algún síntoma de estrés continuo o ansiedad, acude a una consejería o acompañamiento para que desarrolles habilidades y estrategias de afrontamiento antes de que escale a un trastorno de salud mental.
Salmo 23
El Señor es mi pastor nada me falta,
en verdes praderas me hace reposar
Me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas,
me guía por sendero justo haciendo honor a su nombre,
aunque camine por cañadas obscuras, nada temo,
porque tú vas conmigo y tu vara y tu cayado me sosiegan.
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