La infancia de Chiara
Hoy quiero compartirte la historia de la Sierva de Dios Chiara Corbella Petrillo, que aprendió a ver la mano de Dios en los hechos más inesperados.
Chiara Corbella nació en Roma el 9 de enero de 1984.
Creció junto con su hermana Elisa a la custodia y protección de sus padres Roberto y María Anselma, quienes practicaban fielmente la fe católica.
Por ello, desde los cinco años, Chiara frecuentó una comunidad de Renovación Carismática, que con los años fortaleció su espíritu y la volvió muy determinada en sus decisiones.
No actuaba jamás con rebeldía, al contrario, su temperamento era tranquilo y se expresaba en el servicio a los demás.
Chiara se enamora
El verano del 2002, estando con su hermana en Medjugorje, conoció a Enrico Petrillo, un joven de veintitrés años que se encontraba peregrinando con su comunidad de renovación carismática.
Chiara y Enrico continuaron conociéndose de vuelta en Roma y 5 meses después iniciaron una relación de noviazgo que ambos disfrutaron mucho.
Sin embargo, después de 4 años de relación se presentaron las dificultades, comenzó la prueba, el desencanto.
Al hacerse conscientes de los defectos de uno y de otro, las discusiones les llevaron incluso a la ruptura en varias ocasiones.
Llegó a sentir que Dios no escuchaba sus oraciones
Estaba confundida y sufriendo, pero no se alejó de su fe, por el contrario, acudió a Asís para participar en un curso Vocacional que le recuperó la fuerza.
A partir de entonces Enrico y ella frecuentaron a un guía Espiritual, pero el noviazgo realmente funcionó sólo hasta que decidió renunciar a toda expectativa y dejar que Dios, que es tan generoso, decidiera por ella.
Como le enseñaron los franciscanos “pequeños pasos posibles”, lección que necesitaba aprender para poder afrontar los retos que le esperaban.
¡Vaya! No es nada fácil soltar nuestros apegos, ni sentir que hemos perdido el control de la situación.
Pero ¿habías considerado que puede ser eso lo que Dios te está pidiendo?
Superados los miedos, Chiara y Enrico se casaron
En Asís el 21 de Septiembre del 2008, la boda fue celebrada por su guía espiritual, el Padre Vito.
Al regresar de la luna de miel, Chiara descubrió estar embarazada y la noticia llenó a ambos de felicidad.
Para la segunda visita de control prenatal Chiara tuvo que asistir sola, pues Enrico tenía que someterse ese día a una pequeña cirugía.
Lo primero que se observó en la ecografía fue que su bebé era una niña, Chiara emocionada veía a su pequeña moverse.
Pero al cabo de un momento, se descubrió una grave malformación, incurable e incompatible con la vida, anencefalia, caracterizada por la falta de desarrollo del cerebro y cráneo del bebé.
Esa noche, mientras Enrico estaba hospitalizado, Chiara oraba mucho preguntándose cómo darle la noticia.
En la imagen de la Virgen María encontró la respuesta.
Se sintió identificada con Nuestra Madre, cuando le fue anunciado que concebiría al Salvador y aceptó sin saber cómo respondería San José.
Por supuesto, aceptar la voluntad del Señor no viene con instructivo, pero sí con la garantía de que ¡Él no defrauda jamás!
Chiara y Enrico se abandonan a la voluntad de Dios
Al día siguiente al hablar con su esposo, recibió de él la respuesta perfecta que llenó su corazón de tranquilidad “es nuestra hija, la tendremos así como es”.
Fue gracias a la fuerza de la oración que pudieron disfrutar el embarazo.
Cada día su hija Maria Grazia Letizia se hacía notar, como recordándoles que estaba ahí para ellos.
Aunque inicialmente Chiara esperaba vivir ese dolor a solas, acumulaba mucho líquido amniótico y su pancita era muy grande.
En palabras de Chiara: “Me obligaba a testimoniar la grandeza de Dios en lo que estábamos viviendo”.
Maria Grazia Letizia nació el 10 de Junio de 2009 y murió media hora después.
El día del entierro, Chiara y Enrico irradiaban paz a todos los presentes.
¡Que fortaleza! No cabe duda de que con paciencia y apertura se puede observar la obra y compañía de Dios en las pruebas.
Una nueva ilusión
Unos meses después, Chiara estaba nuevamente embarazada, esta vez de un varoncito, a quien llamaron Davide Giovanni.
Sin embargo, al bebé le fue diagnosticada una grave malformación y también murió poco después de nacer, el 24 de junio de 2010.
Chiara en sus apuntes describe a su hijo Davide Giovanni
“Davide es un niño que ha recibido de Dios una gran misión… la de vencer a los Goliats que hay dentro de nosotros;
vencer nuestro poder de decidir por él y por encima de él, que ha demostrado que era así porque Dios lo necesitaba así;
derrotado nuestro “derecho” de desear un hijo que fuera para nosotros, porque era solo para Dios;
vencido el deseo de los que querían que fuera el hijo del consuelo, el que nos habría hecho olvidar el dolor de Maria Grazia Letizia;
vencido la fe en la estadística de los que decían que teníamos las mismas posibilidades que otros de tener un hijo sano;
desenmascarado la fe mágica de quien cree conocer a Dios y le pide que sea un repartidor de caramelos;
demostrado que Dios hace milagros pero no con nuestra lógica limitada, porque Dios es algo más que nuestros deseos
(ha derrotado la idea de los que no buscan en Dios la salvación del alma, sino solo la del cuerpo; todos los que piden a Dios una vida feliz y fácil, que no se parece a la de Jesús).”
¡Cuánta sabiduría! Seguro estaba inspirada por el Espíritu Santo
El premio a su entrega y la prueba final
Los test genéticos a los que se sometieron por presión de amigos y parientes, demostraron que entre las patologías de los niños no había ninguna conexión.
Chiara quedó embarazada de su tercer bebé, poco después del nacimiento al Cielo de Davide Giovanni.
A una semana de haber descubierto el embarazo, Chiara se encontró una lesión sobre la lengua, que tras ser parcialmente extirpada, confirmó la presencia de cáncer.
A pesar de la insistencia de muchos médicos en inducir prematuramente el parto para poder atenderla, ella decidió posponer las curas para no hacer daño al niño que llevaba en su vientre.
¡Eso sí que es amar la vida y a quién nos la otorga!
Francesco Petrillo nació el 30 de Mayo de 2011 perfectamente sano.
Llamada a la gloria de Dios
Después, Chiara fue sometida a una segunda intervención en la lengua, de vuelta en casa, inició la quimioterapia y radioterapia.
Pero el tumor ya se había extendido, afectando distintos órganos y hasta el ojo derecho.
Las semanas siguientes las pasó cerca del mar, en una casa de sus padres, en compañía de su esposo y su hijo.
También el Padre Vito, quien había solicitado permiso para acompañarlos.
Así se aseguró de que Chiara recibiera día con día los sacramentos, regalo que los mantenía fortalecidos.
Chiara murió al mediodía del 13 de Junio de 2012, después de haber dicho “te quiero” a cada uno de sus parientes y amigos.
El día 21 de Septiembre del 2018 en la Basílica de San Giovanni in Laterano se abrió oficialmente el proceso por la causa de su beatificación.
En conclusión
Chiara nos demuestra que:
Cuando aceptamos con paciencia y humildad cargar la cruz que Dios nos propone, no la enfrentamos solos, Él nos acompaña y fortalece.
Detrás de cada sufrimiento hay una hermosa lección de amor que Él quiere revelarnos, aunque al principio no lo entendamos.
Oración:
Querida Sierva de Dios Chiara Corbella, te pido que intercedas por todos los matrimonios que nos leen y nos escuchan. Para que a ejemplo tuyo, sepan abandonarse a la voluntad de Dios en las pruebas más duras. Amén.