Mujer, sé lo que quieras ser
¿Tuviste alguna vez una muñeca Barbie? A mí me encantaba coleccionarlas, combinar sus outfits, hacer mis propios diseños, jugar 24/7 con ellas, e incluso llegué a pensar que cobraban vida y tenían su mundo secreto cuando no las veía, sobre todo cuando era la hora de dormir.
Barbie podía hacer de todo prácticamente, en colores y presentaciones diferentes, pero ¿qué pasa cuando la pequeña Barbie crece? ¿Podrá ser todo lo que quiera ser?
Cuando la pequeña Caro creció se dio cuenta que podía ser todo lo que quisiera ser, hubo modelos de mujer que se le fueron presentando en el camino, intentando encajar en estereotipos sociales, en corrientes feministas, pero que al final del día no llenaban su corazón y la dejaban vacía ¿dónde estaba el problema? Si estaba “siendo” lo que quería ser, y haciendo lo que el entorno le decía que la haría feliz como mujer.
El problema radicaba en la conciencia del ser mujer y hoy te quiero compartir…
Tres preguntas esenciales para reflexionar sobre nuestra identidad como mujeres
Y vivir en plenitud nuestra feminidad, siendo lo que somos desde el plan original para el cuál fuimos creadas: el amor.
1 ¿Quién es la mujer?
Si no sabes quién eres ¿cómo vas a vivir tu feminidad?
Mujer, eres persona, no eres un objeto que se usa, no eres un estereotipo de 90-60-90, no eres esclava, eres una criatura, eres hija de Dios y tu dignidad nadie puede quitártela o pisotearla sin importar tu historia, tu pasado o lo que hay en tu corazón. Eres la persona que Dios ha amado por sí misma, por el solo hecho de existir.
2 ¿Cuál es tu historia?
Nuestro contexto familiar, social y cultural habla mucho de nuestra forma de pensar, de expresarnos y de vincularnos con nuestro entorno.
Estamos tan acostumbradas a ir tan deprisa que no nos detenemos a escuchar nuestra propia historia, y cuidado en este punto, el tocar nuestra historia es descalzarnos de prejuicios, reclamos y acusaciones, porque a veces somos expertas en ser las más duras con nosotras mismas. Detente a ver tu historia, tu infancia, tu familia, tus amigos, tu estudio o trabajo, encontrarás respuestas sobre el significado que para ti ha tenido el ser mujer.
3 ¿Qué busca tu corazón?
Reconocer quién eres en el plan que Dios quería para ti desde el principio, saberte amada en tu dignidad como hija de Dios y reconocer tu historia desde su mirada tierna nos lleva a esta tercera pregunta.
Hay situaciones, momentos, lugares o modelos que nos han presentado de la mujer, que adulteran nuestro corazón, que nos alejan del amor verdadero.
Ir a la raíz de lo que hacemos, de ese trabajo que estás buscando, de esa relación en la que estás, de tu rutina del día a día y cuestionarte, ¿qué está buscando mi corazón? ¿amor, aceptación, validación o crecimiento? Descubrir lo que nuestro corazón anhela nos ayuda a encaminar nuestra mente, cuerpo, emociones, libertad y voluntad hacia la meta.
Bien, te he compartido estas preguntas, y quizá en este punto te sientas más cuestionada al no tener el ABC para vivir tu feminidad. Entonces he logrado mi objetivo, sacudir tu corazón y sacarlo de la zona de confort con preguntas que te lleven a reflexionar ¿quién estás siendo?
Porque el mundo no necesita lo que la mujer tiene, no necesita una Check list de cosas imposibles para que la mujer maravilla venga a resolverlas, el mundo necesita lo que la mujer es en sí misma.
Ese ser hermoso creado por Dios con la misma dignidad que el hombre, que está llamada a vivir amando y amar viviendo, la mujer que ilumina el lugar a donde quiera que va con sus talentos y dones especiales, su ser esencial para dar vida e iluminar la situación más oscura.
Sí, mi modelo de niña como mujer era una Barbie que lo podía ser todo, pero les faltó presentar…
Un auténtico modelo de mujer
Para toda niña, adolescente, joven, madre, esposa; la Virgen María.
En ella se cumplen las tres preguntas que he compartido contigo en este post, María sabía quién era la mujer para Dios, su dignidad y saberse amada por el amor mismo, conocía su historia y la vivía con sencillez, su corazón buscaba hacer la voluntad de Dios y lo tenía tan claro que incluso en los momentos de tribulación, de dificultad e incluso de dolor, ella seguía confiando en el plan original.
Quisiera decirte que vivir mi feminidad siempre ha sido clara y esperanzadora, pero la realidad es que sigo en el camino de reflexión a las tres preguntas que te he compartido, en el camino me he perdido, en los estereotipos, en las heridas, incluso en las mentiras del feminismo radical, pero el volver siempre al principio original del amor es lo que me ayuda a vivir mi feminidad día con día, aunque me caiga y me vuelva a levantar.
¿Mi secreto? Dejar que Dios me haga completamente nueva desde su plan original y pedirle a la Virgen María que sea ella quien sane mi corazón, ilumine mi historia y transforme mi ser en lo que quiero ser: la mujer que Dios soñó desde la eternidad.
Soy Carolina Flores, consultora.
Experta en temas de familia. Formo parte de…