El regalo de la escucha
Todos creemos que sabemos que significa escuchar y que realmente lo hacemos, pero cuando las personas que están a nuestro alrededor nos dicen que no se sientes escuchados por nosotros.
O bien cuando nosotros nos damos cuenta de que las personas con las que convivimos día a día tampoco nos hacen sentir realmente escuchados.
¿Qué es escuchar?
A diferencia de oír, escuchar es prestar realmente atención a lo que el otro está compartiendo, sin embargo gracias a la tecnología y sumado a que nos ensimismamos solo en nosotros, la escucha se ha perdido.
A mi parecer hoy día no se conoce realmente el significado de esta palabra, creemos que con oír es suficiente y nos quedamos con eso.
Quise darle este atributo de regalo porque hasta hace poco sentí que es algo que necesito y que pocas veces he recibido realmente, que para mí en este momento vale más que cualquier otro regalo que pudieran hacerme.
Considero que definitivamente es una necesidad que todos tenemos y desde pequeños, pero por varios factores no todos reconocemos esa necesidad, nos da pena o vergüenza decir “oye, ¿tienes un momento?
Necesito que alguien me escuche”, y ya siendo adultos nos cuesta aún más reconocerlo.
Tenemos también la otra cara de la moneda el saber reconocer que no sabemos escuchar, quizá es más difícil reconocerlo porque realmente creemos que si lo hacemos, hasta que alguien a quien queremos mucho nos dice “no me siento escuchado/a por ti”.
La importancia de la escucha
Cuando verdaderamente estamos atentos a lo que el otro comparte nuestra mirada se conecta, somos empáticos, no lo interrumpimos con algún consejo (que a veces no nos piden).
Incluso puede que si lo vemos llorar nosotros sintamos también esas ganas de llorar por que realmente estamos poniendo atención incluso a sus emociones y sentimientos.
En conclusión la otra persona se siente acogida, acompañada y con toda nuestra atención puesta en él o ella, justo como nos gustaría que la otra persona esté para nosotros.
Hoy por hoy es el regalo más deseado consciente o inconscientemente y lo podemos confirmar en como los suicidios van en aumento, la depresión es un padecimiento muy común en distintas edades, los niños se sienten sustituidos por un celular y al no recibir tal regalo evidentemente no aprenderán tan fácil a darlo a otros.
Puede ser complicado hacer comprender al otro nuestra necesidad pero en definitiva podemos empezar a cambiar en nosotros esa disponibilidad y atención a los demás.
Para eso es necesario empezar a hacer silencio en nuestro interior y aprender a escuchar primero la voz de Dios que todo el tiempo habla a nuestro corazón.
Y que sin duda alguna, también nos escucha con mucha atención cuando nosotros nos damos esos momentos de oración para dirigirnos a nuestro Padre.
Para dejarte un poco reflexionando, ¿Crees que realmente escuchas a los demás?, ¿Te sientes escuchado?, ¿Hay alguien cercano a ti que pueda tener esa necesidad de ser escuchado?
Oración:
Padre bueno, tú que siempre nos escuchas transforma nuestro corazón que tenga esa disposición para escuchar tu voz y al que lo necesita, que los padres escuchen más a sus hijos y los hijos se den espacios para escuchar a sus padres.
Autora: Gabriela Saraí