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T1 E4 La joven que triunfó ante las tentaciones del demonio

Santa Gemma Galgani, ¿has escuchado hablar sobre ella? Es una valiente joven que triunfó ante las tentaciones del demonio. Quédate y te cuento su vida.

Nació el 12 de marzo 1878, en Camigliano, Italia, pero se crió en Lucca. Sus padres, Don Enrique Galgani y Doña Aurelia Landi, tuvieron 8 hijos. 

Una gran lección para cuando tenemos una pérdida:

Gemma y su mamá eran muy unidas, pero Doña Aurelia estaba gravemente enferma y falleció cuando Gemma tenía apenas 8 años. inteligentemente la niña se refugió en el reconfortante amor de madre, de la Santísima Virgen

En 1894 murió su hermano Gino, que tenía 18 años y se preparaba para ser sacerdote; 3 años después, su papá también muere y a partir de ese momento los hermanos se comenzaron a separar. Gemma tenía 20 años y junto con su hermano Antonio, se mudó a casa de sus tíos en otra ciudad.

Viviendo allá comulgó muy pocas veces porque no se acomodaba confesándose con otros sacerdotes; comenzó a olvidarse de Jesús, a descuidar la oración y a centrarse en las diversiones mundanas; se hizo muy amiga de otra sobrina de sus tíos. Ellos les dejaban salir solas a menudo y el amor del mundo se estaba apoderando poco a poco de su corazón. Creo que eso nos sucede a la mayoría durante nuestra juventud.

Pasado 1 año, Dios permitió que enfermara gravemente para que retornara a Él y nunca más se distrajera; con dolores de riñón que iban en aumento, Gemma pidió permiso para regresar a Lucca. Quedó paralítica de ambas piernas y después una infección se le complicó al grado que los médicos la desahuciaron.

La enfermedad la fastidiaba.

Gemma se sentía tan fastidiada de su enfermedad, que le disgustaba, por lo cual dijo a Jesús que no rezaría más si no la curaba y le preguntó qué pretendía teniéndola así. El ángel de la guarda le respondió: -Si Jesús te aflige en el cuerpo es para purificarte cada vez más en el espíritu. Con qué facilidad condicionamos y reprochamos a Dios en las dificultades ¿no? sin reconocer que sus planes siempre tienen una noble razón aunque no podamos verla.

En una ocasión le prestaron la biografía del entonces Venerable Gabriel de la Dolorosa; tomó el libro con desprecio y lo puso debajo de la almohada. Unos días después, estando sola, se sintió inmensamente deprimida y aburrida, el demonio la tentó diciéndole que si le hacía caso se curaría; Gemma estuvo a punto de sucumbir, cuando  prefirió recurrir al aún desconocido para ella, Gabriel de la Dolorosa. Que movida tan inteligente acudir a intercesores para enfrentar las tentaciones.

Superada la tentación, comenzó a leer el libro y quedó maravillada al grado que no quería devolverlo; pero justamente el día que lo recogieron se le apareció el mismísimo Gabriel de la Dolorosa vestido de blanco y le dijo: . “¿Ya ves qué agradable ha sido tu sacrificio? He venido yo mismo a verte, procura ser buena y volveré”. En otra ocasión que se le apareció le dijo que hiciese un voto de volverse religiosa, le entregó el escudo pasionista y se despidió con una sonrisa diciéndole: “Hermana mía…”.

Su salud empeoraba

Por sugerencia inició la novena al Sagrado Corazón, pero su debilidad le complicaba terminarla, así que lo intentó varias veces. El día 23 de Febrero de 1899 recomenzó la novena con mayor compromiso, y en el penúltimo día, al recibir la Comunión escuchó que Jesús le decía: “¿Quieres curarte?” No pudo contestar por la emoción, la gracia había sido concedida, ¡estaba curada! Al amanecer del 2 de marzo se levantó con sus propios pies y toda la familia lloraba de alegría ante aquel milagro.  A todos nos cuesta trabajo hacer oración, pero la perseverancia siempre es bien recompensada.

A pesar de su esfuerzo por cumplir su compromiso de hacerse religiosa, fue rechazada en varias congregaciones a causa de su frágil salud.

Pero Jesús le tenía destinado algo especial, el 8 de junio de 1899, víspera de la Fiesta del Sagrado Corazón.

Estigmas

Llegada la tarde se halló en presencia de su ángel de la guarda y la Santísima Virgen María, quien le dijo: -“Hijita mía, en nombre de Jesús te sean perdonados tus pecados. Mi Hijo te ama mucho y quiere hacerte una gracia muy grande. Sabrás hacerte digna de ella… 

Yo seré tu Madre y sabrás mostrarte verdadera hija.”  La cubrió con su manto y en ese instante apareció Jesús. De sus llagas no salía sangre sino llamas de fuego que se acercaban a las manos, pies y costado de Gemma, sintió un dolor tan inmenso que creía morir y habría caído al suelo si la Virgen no la hubiera sostenido. 

Permaneció así varias horas, María le besó en la frente y después Gemma se halló sola de rodillas, seguía sintiendo un dolor fuerte en las manos, pies y costado, al levantarse notó que de ellas emanaba sangre.

El fenómeno se repitió cada semana. Para disimular las llagas usaba guantes y a partir de entonces a pesar de que la gente desconocía lo que le sucedía, su simple piedad y radical entrega a Jesús fue motivo de desprecio, insultos y burla. Lo que siempre nos sucede cuando estamos cerca de la religión, por eso le tememos tanto al qué dirán ¿no?.  Pero en toda ocasión en la que fue humillada, le daba gracias al Señor por compartir con ella parte del sufrimiento que Él padeció.

Cierto día caminando por la calle, reconoció en unos misioneros el hábito que llevaba San Gabriel de la Dolorosa, solicitó confesarse con uno de ellos pero le pidieron que los visitara en la casa donde se hospedaban, era la casa de la familia Giannini, quienes después de admirarse con la actitud de Gemma, decidieron acogerla y considerarla como su propia hija. Además del regalo de una nueva familia, Jesús le presentó a Gemma Galgani al sacerdote que guiaría su alma,  el P. Germán, quien casualmente era el escritor de la biografía de San Gabriel de la Dolorosa que Gemma había leído.

Más hechos extraordinarios vividos por Santa Gemma Galgani.

Además de los estigmas, Gemma soportó muchos fenómenos relacionados con la Pasión; sudor y lágrimas de sangre, flagelación y la corona de espinas. Ante tantos hechos extraordinarios, Gemma se mantuvo en humildad y sencillez, en ningún momento permitió que el orgullo se apoderara de su corazón. Más adelante Jesús le dijo: “Prepárate, pues el demonio será quien dé la última mano a la obra que en ti deseo ejecutar”.

El enemigo no demoró en aprovecharse de las desolaciones y temores de Gemma, ella clamaba por el Divino Salvador y al no acudir, se presentaba en su lugar el demonio diciéndole: “¿No ves que ese Jesús no te escucha ni cuida de ti? ¡Abandónalo ya! Seguro que te ha pasado, pero ¿sabes? esa desolación que sentimos, esa depresión, es solamente un engaño, porque realmente nunca estamos solos.

Dirección espiritual

Buscando alejarla de la dirección espiritual, le insinuaba pensamientos contra los sacerdotes que la acompañaban, que eran mentirosos, brujos, charlatanes o fanáticos. También en el confesionario tomaba la apariencia de monseñor Volpi para responderle cosas indecentes y deshonestas que hicieran a Gemma Galgani perder la confianza. ¿Reconoces eso? Es cuando nosotros nos alejamos de la iglesia por los errores de los sacerdotes, pero en realidad estamos permitiendo al maligno alejarnos de los sacramentos y de nuestra propia salvación. Más adelante, tomaba frecuentemente la figura del Ángel de la Guarda e incluso la del mismo Jesucristo. Pero ella fue perseverante y no dejó nunca la oración y la guía espiritual.

Tanta era la rabia que el demonio sentía hacia la pureza de Gema, que la tentaba con pensamientos e imágenes sugestivas, desnudeces vergonzosas y ponía sobre ella sus propias manos para excitar torpes complacencias. A mi me suena como la descripción exacta de la pornografía, ¿tú que opinas?  de tal modo que un día, sintiendo que no podía huir de él, hizo la señal de la Cruz y se arrojó en un pozo de agua helada en el jardín. Su ángel la sacó y la felicitó por su gran amor a la pureza, por su valentía y por su triunfo.

En numerosas ocasiones el demonio intentó convencerla de considerar solo su propia alma en lugar de la de los demás, le decía: “Estás cargada de pecados y cada año de tu vida no es suficiente para llorar y expiar, y sin embargo ¿pierdes el tiempo en los pecados de los demás? ¿No ves que tu propia alma está en peligro?” Pero Gemma Galgani se mantuvo firme y no dejó de hacerlo, inclusive, cuando por orden del P. Germán, escribía el diario de su vida, el maligno temía que con su testimonio se salvarían muchísimas almas, así que se lo robó por un tiempo hasta que el P. Germán con exorcismos le ordenó que lo devolviera. ¿Sabes? Estoy segura de que tú tienes un excelente testimonio de vida y conversión ¡ya no dudes en compartirlo!

De nuevo la enfermedad

Gemma volvió a enfermar gravemente, pero habló con el P. Germán llena de gozo:

-“¡Padre! Me voy con Jesús. Me lo ha dicho claramente. ¡Al cielo, padre, al cielo con Jesús! Me ha dicho que me enviará sufrimientos para purificarme… me aplicará los méritos de su Pasión…y me llevará con Él al Paraíso”.

Enseguida de ello, la bestialidad del demonio no reconoció límites durante siete largos meses. Viendo que con tentaciones no podía vencerla, empezó a maltratarla con golpes brutales, en forma de bestias feroces que amenazaban despedazarla y raras veces pero muy penosas, el demonio la poseía por completo;

Obligándola a destrozar objetos sagrados, escupir a la imagen de la Santísima Virgen y el crucifijo, retorcerse por el suelo y actos semejantes, pero ni así podía apartar su corazón del amor divino y en cuanto podía se dirigía a María Santísima: “Madre mía; me encuentro bajo el poder del demonio que quiere arrancarme de las manos de Jesús. Ruégale por mí. ¡Viva Jesús!”.

La cercanía de Jesús y María.

Jesús y María, complacidos al ver como luchaba, le hacían tiernas visitas para consolarla, asegurándole que en nada les había ofendido durante las tentaciones y le enviaban a San Pablo de la Cruz o a Gabriel de la Dolorosa para animarla.

Creyendo los médicos que la enfermedad era contagiosa, sacaron a Gema de la casa Giannini y la llevaron a un apartamento contiguo.

El Viernes Santo 10 de abril de 1903 de las 10 a las 12 del día Gemma entró en éxtasis profundo y agonizaba como Jesús en la Cruz, los presentes la contemplaban atónitos.  Al día siguiente se le administró la extrema unción, ella tomó el crucifijo en sus manos y exclamó: “¡Jesús!…¡En tus manos encomiendo mi pobre alma!”; y volviéndose a la imagen de María, añadió: “¡Mamá mía!, recomienda a Jesús mi pobre alma…Dile que tenga misericordia de mí”. De repente toda señal de agonía desapareció, dos lágrimas corrieron de sus ojos y una sonrisa se dibujó en sus labios.

Santa Gemma Galgani fue canonizada el 2 de Mayo de 1940 por el Papa Pío XII.

La misión de Santa Gemma es convertir a los corazones de quienes nos hemos alejado o perdido la esperanza, no olvides que ella antes de transformar su vida acudió a la intercesión de otro santo.  Las tentaciones del maligno son cada día más sutiles, el miedo, la desesperanza, la crítica, los placeres mundanos, los vicios, las salidas rápidas. Pero ahora sabes que para enfrentarlo no hace falta más que ser constantes en la oración, acompañarnos de asesoría espiritual, refugiarnos en nuestra Madre del cielo y confiar plenamente en Dios. Recuerda que la santidad está al alcance de todos. El próximo santo ¡eres tú!

Oración.

Querida Santa Gemma Galgani, ponemos en tus manos a todos los que escuchan esta cápsula. Tú que enfrentaste admirables batallas y padecimientos tanto espirituales como físicos,  te pedimos que intercedas por nosotros para que con la fuerza de Dios podamos enfrentar victoriosos las nuestras. Amén.  

Te invitamos a dejar tus intenciones en nuestra sección Pide y haz oración, juntos oramos por tus intenciones.

En algunos momentos, vivimos situaciones difíciles en las que necesitamos apoyo. Visita nuestra sección de Psicólogos Católicos en donde encontrarás profesionales que pueden acompañarte a vivir estos procesos. 

Conoce más sobre su vida en el siguiente link de: Santa Gemma Galgani.

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