En pleno mundial de fútbol en Qatar, Lionel Messi se ha convertido en la figura a seguir; no solo por ganar el balón de oro y ser figura indispensable para que la selección Argentina ganara la copa del mundo, sino también por lo que ha generado por sus publicaciones en redes sociales.
Se ha viralizado un fragmento de una entrevista realizada en 2018 donde reconoce que es Dios, quien lo ha hecho grande:
“Fue Dios quien me hizo jugar así, quien me dio ese don. No tengo duda. Él me eligió a mí y yo después hice todo lo posible para superarme y lograr triunfar, pero sin la ayuda de Él, no hubiese llegado a ningún lado»
Esa fue su respuesta ante la pregunta de ¿Cómo hacia para jugar tan bien al fútbol?
Amigo del Papa Francisco.
Es bien sabido que el Papa Francisco y Messi llevan una buena relación de amistad y admiración mutua.
De hecho, en su primer encuentro de la selección Argentina en el Vaticano en 2013, el Papa Francisco pidió a los jugadores: Responsabilidad social y evitar el individualismo.
El talento de Messi.
Hablando de fútbol no podemos negar que Messi es un jugador fuera de serie, actual campeón del mundo con la selección Argentina, él ha sido:
- 7 veces campeón de la copa del rey
- 8 veces campeón de la supercopa de España
- 1 vez campeón de Francia
- 3 veces campeón de la supercopa de Europa
- 10 veces campeón de España
- 4 veces campeón de Europa de clubes
- 1 vez campeón de la copa américa y 3 veces subcampeón
- 3 veces campeón del mundial de clubes
- 10 veces mejor futbolista de la temporada
- 22 veces máximo goleador
- 3 veces mejor jugador en Europa UEFA
- 8 veces ganador ballon D’or
- 2 veces jugador mundial de la FIFA
- 1 vez campeón olímpico
Como él mismo reconoce, es un don, un talento que Dios le dio. Pero que ha implicado mucho trabajo y esfuerzo.
Recordemos que de niño tuvo problemas con la hormona de crecimiento y de no llevar un tratamiento especial, su estatura al día de hoy sería menor a la que tiene. Sin embargo, su estatura nunca ha sido un freno para llegar a ser grande.
A Messi le fue dado un Don (regalo, talento).
Y él lo ha trabajado durante toda su vida. ¿Cuál es el don que Dios te ha dado a ti?
Dios nos da muchos dones, pero ciertamente algunos resaltan más. ¿Los reconoces?
Esos dones son gratuitos, sin importar si tenemos fe o no. Se nos dan para hacernos crecer y para ayudar a los demás.
La palabra de Dios lo confirma en la parábola de los talentos, la cual puedes consultar en el evangelio de San Mateo (25,14-30).
En ella el patrón felicita y recompensa a los hombres que pusieron a trabajar los talentos que les fueron confiados.
Eso mismo ha hecho Messi con los talentos que Dios le confió, sin dejar de dar Gloria al verdadero dueño. Lo mismo espera Dios de ti, de mí y de cada uno de nosotros.
Que importante es conocernos y conocer a Dios para ir descubriendo nuestras capacidades y dones.
Esos dones no son nuestros, son un regalo para hacernos crecer, para ser mejores personas, para desarrollarnos de la mejor manera en todo lo que hacemos, pero implica trabajo (cómo Messi) no fue por decreto que llegó a ser el mejor jugador del mundo, lo trabajó y lo consiguió.
¿Cómo puedo reconocer mis talentos y como trabajarlos?
¡Muy sencillo! Fíjate en aquello que te apasiona, lo que disfrutas hacer, lo que mejor te sale. También puedes preguntar a tus familiares y amigos ¿qué capacidades ven en ti?; ese es un primer paso.
Pero también es fundamental ir a la oración, buscar en la escucha de la palabra de Dios lo que Dios nos ha regalado y con qué fin.
Recordemos lo que le dijo a Pedro: «tú eres piedra y sobre ti edificaré mi iglesia» (Mt 16,18) y después de hacer un camino con Él, de formarlo, de hacerle ver sus talentos, de trabajarlos, de ir puliéndolos, le dice a Pedro y a otros: «Yo les haré pescadores de hombres…» (Conf. Mt 4,16)
Estar al servicio.
Messi ha ido creciendo como persona y jugador.
Cada persona está llamada a lo mismo; descubrir sus talentos y no esconderlos sino trabajarlos y pulirlos, luego ponerlos al servicio de los demás y como dice el Papa «que no se nos suba a la cabeza», sino vivirlos con humildad, haciendo crecer a quienes Dios nos confía.
“Pero a cada uno se le da la manifestación del espíritu para el bien común.” (1Cor 12,7)
Busquemos desde lo sencillo, en nuestra vida diaria como hijos, esposos, padres, hermanos, vecinos…etc. crecer, vivir nuestros talentos y hacer crecer a los demás. Hacer de este mundo un mundo de hermanos.
Busquemos vivir más fraternos y más al estilo de Jesús, eso nos hará unos verdaderos campeones.
Memo y Gina
