Dentro de la Iglesia católica, esta fecha, es una tradición muy importante porque marca el inicio de una etapa fundamental en la vida de las familias católicas y la Iglesia: miércoles de ceniza; inicio de la Cuaresma.
Es una fecha cargada con tantos símbolos litúrgicos, donde los fieles ven la oportunidad de reconciliarse con Dios, al arrepentirse.
Con ayuno y abstinencia se fomenta la penitencia, la limosna y la caridad
Penitencia
como imitación del sacrificio de Cristo en el desierto durante 40 días, simboliza que uno se deja morir en lo corporal, ofreciéndolo y buscando ser gratos a sus ojos y así alcanzar méritos delante de Él.
Limosna y la caridad
son el símbolo del amor de Dios materializado, con los hermanos.
Es curioso ver que muchos católicos se aglomeran en torno al altar buscando ser marcados con la ceniza, aunque la mayoría participen poco los domingos en la celebración de la Eucaristía.
Esta Ceniza se ha elaborado con la quema de palmas bendecidas el Domingo de Ramos, del año pasado.
Y que el siguiente domingo llamado Domingo de Ramos se bendecirán nuevas palmas que se guardarán en casa como protección del mal, y que el año que entra sirvan también para formar esa ceniza.
La imposición es que la ceniza nos tiene que recordar el arrepentimiento, no como un acto mágico de rito pagano para purificarnos.
La ceniza
Es un sacramental que prepara el alma para recibir dignamente los sacramentos especialmente el de la sagrada comunión, siempre que solo haya pecado venial.
En el caso de pecado mortal, la ceniza jamás suplirá al Sacramento de la penitencia o de la Reconciliación, que es, la confesión de los pecados frente a un sacerdote.
Pedir que te impongan la ceniza requiere de la intención de querer cambiar, es decir, ir buscando la conversión.
La imposición generalmente la realiza un ministro consagrado ya sea un diácono, el sacerdote o presbítero o el obispo.
Aunque en algunas ocasiones por la falta de ministros, donde abunda la población católica, se permite que la administre algún ministro extraordinario o incluso que uno mismo se le aplique.

Al momento de la imposición se nos dirán estas palabras: “Recuerda que polvo eres y al polvo volverás”, o bien la otra frase: “Conviértete y cree en el Evangelio”
Este tiempo litúrgico se caracteriza porque todo está revestido de color morado como símbolo de penitencia.
Desgraciadamente como decíamos al principio mucha gente, ve en esta práctica solo la tradición y la costumbre, dejando poco a poco el sentido más importante que es el arrepentimiento y la reconciliación con Dios.
Oración
Te pedimos Dios todopoderoso que nos bendigas para que en esta Cuaresma encontremos en todos los sacramentales litúrgicos que se presentan, la oportunidad de convertirnos verdaderamente a tu amor. Amén.
Autor: Héctor Hernández