Esta es una pregunta es demasiado importante para no darle una respuesta. Toda persona debería tener un plan de vida, ya que tener objetivos claros nos permite darle sentido a nuestros días.
Imagínate a un joven de 28 años que se levanta una mañana y de repente le asalta una pregunta. ¿Por qué hago lo que hago?
Estoy a punto de llegar a los 30 y creo que tengo que ir al trabajo porque eso toca.
Este chico, al paso del tiempo tendrá que encontrar la respuesta a su pregunta, de lo contrario, pasados los años, se verá confundido y no estará seguro de haber logrado lo que quería.
En cambio, si pudiéramos imaginar a ese mismo chico, haciéndose la misma pregunta y encontrándose con una respuesta inmediata.
Ya que sus acciones y tiempo lo han invertido para el logro de sus objetivos. Los cuales tiene claros a partir de la elaboración de su plan de vida.
Elaborar un plan de vida es algo muy riesgoso.
Contestar a la pregunta ¿Qué harás el resto de tu vida?, tiene un propósito muy definido para ella. Sin embargo, es necesario que seas valiente a la hora de elaborarlo.
Muy probablemente tendrás que vencerte a ti mismo, es decir, a aquellas creencias que limitan tus sueños.
Creencias como:
- “Para qué lo hago si todo va a seguir igual”
- “Nadie hace un plan de vida, por lo tanto, no se necesita”
- “Si lo haré, pero estoy seguro de que en un tiempo lo terminaré abandonando”
- “No me gusta planear, porque usualmente las cosas no salen como espero”
Seguramente estas y otras creencias más provienen del temor al fracaso o a la frustración que se presenta a la hora de darte cuenta de que has abandonado tu plan de vida.
Pero te aseguro que la frustración será mayor cuando voltees y te des cuenta de que en tu vida no hay un plan.
A la hora de elaborar un plan de vida es necesario se valiente, atreverse a soñar y tomar riesgos, ya que tienes el poder para hacer lo que quieras de tu vida.
Ojalá decidieras hacer de tu vida algo sublime, trascendente, algo que permita al mundo recordarte con una sonrisa.
Recuerda que todos nacemos con el mismo potencial para ser felices en la vida. Pero la felicidad se encontrará de una manera muy personal.
Es allí donde debes de atreverte a soñar, no importa cómo haya sido tu pasado, o cómo sea tu presente, el futuro no existe y es por eso que tienes grandes posibilidades para mejorarlo.
No todo depende de ti.
Si bien debes de soñar, también debes de ser realista. A la hora de elaborar tu plan de vida, deberás tomar en cuenta ciertos puntos importantes, tales como
- Economía
- Personalidad
- Tiempo disponible
- Recursos a invertir
- Probabilidad de que pasen las cosas
- Y más
Será importante que evalúes de manera positiva estos aspectos, pero que no sean limitantes a la hora de construir tu plan.
¡Vamos a la acción!
Comencemos por definir quién eres, a partir de responder las siguientes preguntas:
- ¿Quién soy?
- ¿Cuáles son mis fortalezas?
- ¿Cuáles son mis defectos?
- ¿A dónde voy si no cambio?
- ¿Cuáles son mis valores principales?
También será importante que sepas:
¿Cuál es tu visión? ¿Cómo te ves dentro de 5, 10, 20 o 50 años? ¿Es deseable para mí? ¿Seré mucho mejor de lo que soy ahora?
Muy bien, ya conoces tus defectos y deficiencias, tienes una idea de quién eres.
Conoces ahora tus valores principales. Ya puedes crear tu futuro en tu mente e imaginación.
Ahora ponte en presencia de Dios.
Él conoce tus anhelos, tus limitantes, tus sueños, tus heridas, tu corazón. Pídele la gracia de elaborar tu plan con dirección al amor.
Que te envíe su Espíritu Santo, para que este plan de vida no sea solamente un plan para tener o para hacer, sino que sea un plan para amar.
Pídele que este plan te implique la vida, no por invertirte en el logro de tus deseos sino en como lo dijo la madre Teresa de Calcuta, amar al otro hasta que duela.
Un plan de vida, basado en la satisfacción de los propios deseos se vuelve un plan basado en el egoísmo.
Si la vida es el amor y el amar nos da la vida, entonces nuestro plan de vida tendrá que estar en la acción de ese mismo amor.
Es decir, ¿Qué hago para amar y así ser feliz?
Básicamente eso es lo que debería responder un plan de vida.
- ¿Cómo amo en lo familiar, en lo laboral, en lo social, en lo económico, en lo espiritual, intelectual?
- ¿Cómo amo en todo?
Basado en las preguntas anteriores, escribe tu misión.
La misión es la declaración escrita de tu cometido, de tu propósito de vida. Es decir, el ¿para qué estás entre nosotros? Es tu llamado, tu vocación.
Ya tenemos dos columnas importantes en las cuales se fundamentará nuestro plan de vida, la misión y la visión.
Ahora es tiempo de hablar de tus metas, que serán el camino que te conducirá al logro de tus objetivos.
Metas
Una meta es algo que quieres conseguir, es decir, aquello que te lleva más cerca de tu opción de cumplir el sentido de tu vida.
- Deben estar por escrito
- Ser concretas y específicas (sin ambigüedades que provoquen confusión)
- Medibles (que se pueda saber si se cumplió o no y en qué grado).
- Realizable y explicar cómo se realizará. (No vale la pena establecer metas que de antemano sabes que no se lograrán)
- Tener una fecha de caducidad (una fecha de inicio y final)
- Digna de tu grandeza (eres un hijo de Dios)
- Visualizarla ¿Te imaginas haciéndola?
- Debe de ser congruente con el amor y por supuesto con tus valores, principios y creencias.
Las categorías en las que te puedo sugerir que hagas metas son:
- Espiritual
- Intelectual
- Afectivo / emocional
- Familiar
- Recreativo
- Social
- Corporal
- Ocupacional
- Económico.
Analiza cada uno de los aspectos.
Hemos revisado los 9 aspectos de la vida, has tenido la oportunidad de escribir tus metas para cada una de ellas.
Sin embargo, sólo las has expresado de forma general y no les has aplicado todas las condiciones que cada meta debe de tener.
Priorizar tus metas.
No olvides priorizar tus metas, partiendo de que tienen más alta prioridad las que al lograr:
- Te resuelven un problema urgente.
- Aumentan tu motivación.
- Te hacen progresar notablemente.
Así como dividirlas en aquellas que planeas lograr a corto, mediano y largo plazo.
En este post, te he compartido los aspectos principales para elaborar tu plan de vida. ¡Atrévete a poner manos a la obra y soñar en grande!
Oración:
Gracias Papá por salir a nuestro encuentro, gracias porque nos invitas a soñar, a reconocernos grandes, a soñar como tú sueñas con nuestra vida.
Te agradezco tanto y tanto amor. Te pido que nos des tu mirada para poder vernos de la manera en que tú nos miras. Así; grandes, dignos sin miedo a amar y a ser amados.
Señor, te pido por este joven que está leyendo y/o escuchando este post. Te pido que le envíes tu Espíritu Santo para que tenga sabiduría a la hora de elaborar su plan de vida, lo base en el amor, siempre para amar, que sueñe en grande. Amén.