Respeto y dignidad para todos:
Cada persona que vive con una Enfermedad de Transmisión Sexual merece nuestro respeto incondicional y apoyo compasivo. Estas condiciones de salud no definen el valor de un ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios. Desconocemos las circunstancias que llevaron al contagio y el dolor físico o emocional que la persona pueda estar experimentando. Como cristianos, estamos llamados a acompañar sin juicio, recordando las palabras de Jesús: “No juzguen, para que no sean juzgados” (Mateo 7:1).

La castidad como camino de amor verdadero:
Un camino seguro para la salud sexual es la castidad vivida en el amor matrimonial. Una relación comprometida, fiel y abierta a la vida, donde los esposos se entregan mutuamente respetando la dignidad sagrada del cuerpo, constituye el espacio más seguro frente a las ETS. Este amor ordenado no es represión, sino la expresión más alta de la libertad que protege el corazón, el cuerpo y el alma.

Conocimiento para el cuidado responsable:
Reconocer los síntomas de las ETS y buscar atención médica oportuna es un acto de responsabilidad personal y caridad hacia los demás. Este test educativo te ayudará a identificar señales importantes de 19 enfermedades de transmisión sexual, recordándote siempre que el diagnóstico definitivo debe venir de profesionales de la salud.

Apoyo en tu camino de sanación:
Si luchas por vivir la virtud de la castidad, o si el peso de una ETS te abruma, nuestros psicólogos católicos están preparados para acompañarte con herramientas profesionales desde una perspectiva de fe:
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