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¿Quién está detrás del mensaje de la Virgen de Guadalupe?

Virgen de Guadalupe

Como cada 12 de diciembre, miles de fieles festejan a la Virgen de Guadalupe, cantándole las tradicionales mañanitas en la Basílica de Guadalupe.

Al cantarle cada uno, en su corazón, tenemos la gran oportunidad de descubrir a fondo qué es lo que realmente nos quiso decir la Madre de Dios en su aparición en el Tepeyac.

Datos importantes:

Comencemos por comentar algunos datos importantes:

Sabías que: Las apariciones de la Virgen de Guadalupe ocurrieron en diciembre de 1531, esto de acuerdo con el Nican Mopohua, el texto más antiguo que existe sobre este tema.

El cual fue escrito en náhuatl, pero con caracteres latinos de acuerdo con la fonética del idioma indígena por Antonio Valeriano, el alumno más brillante del Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco.

Otro dato importante es que, tomando en cuenta lo que se narra en dicho texto, en este 2021 se cumplen 490 años de la aparición de la Virgen de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac, que fiestón tenemos que armar cuando se cumpla el medio milenio no crees.

Haremos una super fiesta, con mariachi y todo lo demás, pero no solo nosotros sino toda América. Recuerden que fue el papa Pio X, quien la proclamó: “patrona de todas las Américas ” y fue el mismo Juan XXIII que la llamó: “Reyna de las Américas”.

¿Sabías que la tilma de Juan Diego es un tejido de cactus de poca calidad que se debió comenzar a biodegradar alrededor de 20 años después de su elaboración?

Pues a los 489 años ¡no muestra señales de descomposición!
Pero eso no es lo más interesante, aquí viene lo bueno.

Lo más interesante es el mensaje que nos ha dejado la virgen en sus primeras palabras. 

El mensaje de la Virgen

Tiene una trascendencia importante. Porque cuando lo contrastamos con el evangelio, podemos ver precisamente allí, las palabras de Dios hacia nosotros.

Esas palabras que la virgen le dijo a Juan Diego son hermosas. Sí, porque esas palabras, (enfatizar y repetir “esas palabras”) vienen de parte de Dios para nosotros y la virgen fue la mensajera que nos las entregó.

Es por eso que, estas palabras debemos de guardarlas en nuestro corazón.

¿No estoy yo aquí que soy tu madre?

Esas palabras vienen de nuestra madre del cielo, pero también de Dios nuestro Padre, seguramente es tradición familiar.

Así es, pues nuestro Padre Dios, en muchas partes de la escritura nos lo ha dicho y ahora lo escuchamos de nuevo, “no estoy yo aquí que soy tu padre”

Con estas palabras, Dios te dice de manera muy personal: “José, Carlos, Ana, María, no estás solo, no estás sola, por favor no te vivas así, como si fueras huérfano, no estás sola.

Aquí estoy, para ti, de manera muy personal. Mi amor nunca pasará, las profecías se acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá, pero mi amor por ti no pasará jamás.

Aunque el mundo, las circunstancias, tu pasado te griten lo contrario, sábete que no es así, que estoy yo, tu Dios, tu Padre; para ti.”

¿No estás bajo mi sombra y resguardo?

Por medio de estas palabras la Virgen nos entrega una pregunta de parte de Dios, ¿No estás bajo mi sombra y resguardo?

Vivimos por la gracia de Dios, si despertamos es por su gracia, si tenemos un plato de comida en la mesa es por su misericordia, lo mismo pasa con la salud, el trabajo.

Si tan solo fuéramos conscientes de la manera en cómo nos resguarda Dios, no dudaríamos nunca de su amor.

¿No soy yo la fuente de tu alegría?

No me puedo imaginar qué habrá experimentado en su corazón Juan Diego, escuchando estas palabras. Seguramente su corazón saltó de alegría.

Hay un dicho que dice “un católico triste es un triste católico. Es que quien se ha encontrado con Dios, empieza a experimentar una alegría cada vez mayor.

¿Recuerdan lo que le dijo el ángel a la Virgen María en la anunciación?

¡Alégrate, María, el Señor está contigo!

Uno de los frutos del encuentro con Dios es la alegría. Es por eso que uno de los síntomas innegables de la santidad es la alegría.
Así que, estemos alegres. 

Recuerda que el próximo santo ¡eres tú!

Virgen Guadalupe

¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos?

Y este punto lo podríamos reflexionar, pero la verdad es más para experimentar. Busca experimentar el abrazo de la Virgen o mejor aún, el abrazo de Dios, y este último se da en el momento que acudimos al sacramento de la comunión.
No sé qué hagas cuando estás en el momento de la comunión, pero la próxima vez, te invito a que no digas nada y que sólo experimentes el abrazo de Dios. Experimenta estar en el cruce de sus y tus brazos, quedándote allí.

¿Tienes necesidad de alguna otra cosa?

Es una pregunta para ti, ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa?, ¿qué necesitas?, ¿qué necesita tu corazón? ¿andas buscando algo más que mi amor?

El mundo trata de convencernos de nuevas necesidades, como un auto nuevo, un celular nuevo o una cuenta en el banco de varios ceros. Es aquí donde Dios lanza la pregunta al aire, ¿Necesitas alguna otra cosa?

La verdad es que nuestro corazón fue creado para ser llenado por su creador, no lo intentes llenar con otras cosas. Te aseguro que no funcionará.

Al final terminarás sintiéndote solo y vacío. Ya lo dijo San Agustín “NOS HICISTE SEÑOR PARA TI Y NUESTRO CORAZÓN ESTÁ INQUIETO HASTA QUE DESCANSE EN TI”.

Custodia tu corazón y llénalo del amor de Dios.

Ante la pregunta del padre, una buena respuesta puede ser, ¡TE NECESITO A TI, SOLO A TI DENTRO DE MÍ! Pues como Jesús lo dijo: “Él es el camino, la verdad y la vida”.

Oración.

Padre eterno, te damos gracias porque suscitaste las apariciones de nuestra madre en la advocación de Santa María de Guadalupe. Te pedimos que sus palabras nos acompañen siempre, sobre todo en los momentos de dificultad. Que nos regales la alegría de sabernos amados por ti y que nuestro corazón te conozca para que descanse en ti. Amén.

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