Escucha la 2a parte de esta entrevista con nuestros 2 invitados Monse y Marco, que nos compartieron ya qué es la oración para ellos. ¿Qué es lo que han encontrado, que les cautiva tanto y que no la pueden dejar? ¿La escuchaste? ¡No te la pierdas!
Escucha completa la segunda parte de la entrevista en el PODCAST de SOLTEROS CATÓLICOS 30+ Aquí te compartimos algunas de las preguntas que les hicimos.
Sofi: En esta segunda parte para ir concretando el tema, queremos hablarles de cómo es que la oración nos va transformando, nos va ayudando a tomar algunas decisiones en lo que vamos viviendo o vamos experimentando.
Quiero arrancar con un punto muy importante: Nosotros como jóvenes profesionistas vamos teniendo muchas ofertas en el mundo que se nos hacen bastante atractivas y pensamos que los temas de la oración o de perseverar en un grupo, parece que no compaginan, o no van con lo mismo, quizá que no es un proyecto de vida muy atractivo para nosotros. Les pregunto:
1. ¿Qué es lo que como jóvenes profesionistas nos hace buscar la oración?
Marco: Yo tengo este ejemplo: Desde pequeños a todos nos gusta comer, todo el tiempo estamos comiendo, degustamos de todo por allí. Después de tanto probar, ya nada te suele satisfacer. Es bien padre que llegas con alguien que de la nada te ofrece un platillo, súper exclusivo, espectacular.
Lo mejor de todo es que cuando lo comes, te llena y no sólo eso, sino que te dan ganas de volverlo a comer. Todo el tiempo estamos buscando afuera ser amados y nos encontramos de todo.
La oración es llegar a un momento, a un lugar donde no tienes que dudar de que si es honesto o no. No te cuestionas si vas a salir mal o si vas a salir lastimado.
Es tener un lugar, un espacio donde se te acoge, se te abraza, se te reanima de una forma bien natural, que es como tu hogar, donde te sientes como en casa. Puedes estar solo pero te sientes acompañado. La oración es que estando en el mundo no te sientes en el mundo.
“Ser del mundo sin ser del mundo”
Sofi: Me gustó esa parte, y ¿para ti Mon?.
Mon: Creo que es esta oferta diferente. Es esta oferta que va a contracorriente, que te hace ser más original, incluso te lleva a ser más tú mismo.
Como jóvenes nos gusta seguir las modas, estar en tendencia, saber lo que se escucha.
Nos gusta estar muy a como el mundo va girando.
Pero no nos damos cuenta que estas modas nos van quitando identidad, lo que somos. Nos va quitando lo hermoso que nos dio Dios y es que cada uno somos diferentes.
Dentro de todas las opciones que tenemos en el mundo. Enfocándome en redes sociales. Creo que estos momentos de oración, estos grupos en donde me encuentro con chavos de mi edad que viven cosas similares que yo y que en algún punto se frenaron y dijeron, “ya no quiero ir como va el mundo, sino quiero ir al revés, quiero ir contra corriente”.
Un buen ejemplo:
Rápidamente una vez me contaron esto que a mí me gusta pensar cuando de repente pierdo el hilo y es:
Imagínate que estás en el Estadio Azteca, entras y en el centro estás tú, en la mitad del estadio está la gente que hay en tu vida directa o indirectamnte, la gente de tu trabajo, de la Universidad, Pop Stares, toda la gente que te conoce y del otro lado está solamente Jesús. ¿A dónde pondrías tu cara? ¿Les darías la espalda a ellos para ver a Jesús?.
Es entender que Él le da sentido la vida.
Marco: ¡Wow! Me puse en contexto en la escena, que super profundo. Si estás en medio del Estadio Azteca y está de un lado tu grupo favorito, el mío es AC/DC y del otro lado está Jesús, sin duda alguna, por un momento, para ser honesto yo dudaría. Porque está la banda que siempre me ha gustado, pero del otro lado está aquel a quien siempre he necesitado.
Y sí te sensibiliza un poco pensar este ejemplo.
2. ¿Cómo es que a través de la oración las vivencias van teniendo un sentido diferente?
Monse: Es muy diferente una vida vivida sin este dialogo continuo con Dios, a con él.
Él te ayuda a poder vislumbrar con un propósito todo lo que vas viviendo en tu vida. Llámese decepciones, batallas, derrotas.
Todo eso que vamos viviendo, cuando lo ponemos a la luz de la fe, cuando lo ponemos en un diálogo donde sabemos que por un lado, es Jesús, esa persona que es tu amigo, pero también es aquel que te creó, que hizo todo lo que existe y que tiene el poder incluso de salvarte o quitarte algunas cosas.
Generalmente no lo hace, porque no es una amor sobreprotector el que Él te ofrece, sino que es un amor que te lleva a que tú te vuelvas más fuerte, a que entiendas por qué estás viviendo esto.
Creo que la amistad con Él te ayuda a madurar y no te va a quitar las batallas. Mucha gente dice, yo voy siempre a misa, yo hablo con él y no me he ganado la lotería no he obtenido tal puesto.
A mí me pasa que he dicho «este puesto que viene es para mí, este proyecto me va a salir super bien» y resulta que no, que sigues teniendo tus mismas batallas.
Pero sí es diferente porque te vas dando cuenta delante de la verdad (que es Él), te vas dando cuenta porque no te van saliendo las cosas, también necesitas una vida de derrotas es una vida llena de fe. Si no, no tendrías en dónde trabajar esta fe.
Hablando de amistad:
Marco: Es interesante el hecho de cómo la misma amistad, el mismo diálogo, la oración te enseña a ser tú. Te enseña a sacar lo que realmente eres. Tu versión pura, clara.
El simple hecho de conocer a Jesús, la misma amistad y el mismo diálogo, el simple hecho de conocer a Jesús y esta comunicación te hace ser empático no sólo contigo, sino con los que te rodean.
Esa sensibilidad, esa cercanía de luchar por querer estar en los zapatos de los demás, sin Jesús no se tiene, sin la amistad no se tiene.
La amistad se fortalece sin duda alguna en la oración. No existe mejor Psicólogo que Jesús, no existe mejor proceso terapéutico que la oración. Sí ayuda mucho.
Sofi: Sin duda me llevan a concretar que de verdad que tener este diálogo con este gran amigo, compartirle lo que para ti va siendo aspiracional le va dando un sentido totalmente diferente a como tal vez el mundo oferta el ir viviendo cada situación.
Realmente creo que en la oración vamos trabajando. Podemos llegar totalmente destruidos. Refuerzo tu idea, Jesús es el mejor Psicólogo que te conoce tan bien, no te habla golpeado, ni brusco, sino te va trabajando, te va invitando a reaccionar ante ciertas situaciones.
Ir dialogando con Jesús a través de mi oración me invita a hacer introspección, conocerme, identificar las situaciones que voy viviendo.
3. ¿Cómo es que la oración a ustedes los ha ido trabajando, los ha ido transformando?
Monse: Me ha ayudado a empezar a confiar. Soy bien desconfiada. Me cuesta abrirme, me cuesta sentirme vulnerable, dejar el control. Me cuesta incluso acusarme, decir la verdad, decir cuando me equivoqué, pedir perdón. Me cuestan muchas cosas.
A veces me da la tentación de decir ¿Sí estoy hablando contigo Jesús?, o pensar que es un monólogo. Pero siento que son los frutos los que van sustentando esta amistad con Él, puedo hablar de algo que me duele o que me pone en una situación vulnerable.
Si con algo que yo viví puedo contárselo a una persona y le puede funcionar ya no dudo ni lo pienso 3 veces. Acerca de qué pueden pensar de mí. Este juego mental que nos hace que a veces nos volvamos más ensimismados, cerrados.
Él siempre me lleva a abrir el corazón, a saber que el amor que Él me propone es un amor generoso, que nos e lo guarda, que siempre que se da, no para subirse al banquito y decir soy sino que se entrega para ser fecundo para dar vida.
Esta amistad me ha hecho una mujer empoderada en el sentido que me da fuerza.
Primero que soy preciosa a sus ojos, que me ama profundamente.
Su amor no me lo estoy ganando por lo que yo haga, por cuántas misas, por cuanta oración yo haga con él, su amor ya me lo regaló.
Cuando entiendes eso cambia mucho la forma, ser una mujer más plena. ¿Cómo no amar a alguien que te va transformando así no?
Sofi: ¿Para ti Marco?
4. ¿Cómo llegaste a la oración y qué ha ido cambiando en ti?
Marco: Decía San Pablo, el Señor viene por los pecadores, de los cuales yo soy el peor, esa sin duda es mi cita después de Jn 15,13.
Cuando estás acostumbrado y el mundo te acostumbra a conocer sólo tu miseria y no solo eso, sino a pelear contra ella.
En lo que más me ha ayudado la oración es aceptarme humano, limitado, a aceptar que Marco no lo puede ni lo sabe todo. Que Marco no va a ser el centro del mundo sino al contrario, que vas a ser el último.
Es lo principal, es lo que me deja, que es muy fácil perderse pero es más fácil encontrar el amor. En un diálogo profundo dejándolo fluir. Aceptar las cosas como son. Me enseña a ser paciente. Primero me enseña por qué la debo de aceptar.
Sofi: Pues muy bien. Muchísimas gracias. Estamos a punto de terminar nuestro segundo bloque. Ya solo para concretar,
La oración es platicar de amistad.
Cara a cara con Jesús a través de la oración. Ir descubriendo que conoce toda nuestra historia, podemos llegar con Él sin caretas, sin ocultar nuestras miserias. Él nos va a acoger con los brazos abiertos y estará más que contento de que un día lleguemos a platicarle lo que nos agobia y vamos viviendo en nuestro día a día.
También que la oración consiste en este diálogo transparente de corazón a corazón con Jesús.
Nos hace sentirnos tan amados, nos ama con toda la locura y pasión del mundo, nos quiere tal y como somos.
El fruto de todo este diálogo nos va a ir puliendo todas estas actitudes, acciones, sentimientos.
Poder ser la mejor persona en nuestras realidades, trabajos, familias, noviazgo.
Si alguno tiene una situación que quiera compartir que requiere ayuda profesional y también los invitamos a visitar nuestra sección de Psicólogos Católicos.
Cerramos con una oración.
Oración:
Te queremos dar muchas gracias Jesús, por este momento de compartir con estos
Deseamos que este podcast llegue a todas partes del mundo. Que encienda el corazón
Descubrir que eres el mejor amigo y que sin duda estarás con nosotros. Amén.
Los invitamos a participar en nuestra sección Pide y haz oración por otros.
Recuerden que es nuestra nueva temporada, para que van más contenido de valor.
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La oración es un gran regalo que Dios nos ha dado, encuentra en dónde está el Verbum Dei en tu país. Aprender a orar, a dialogar con Dios.