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El auténtico éxito

Toda persona que goza de la capacidad de motivarse por sí misma para alcanzar metas, sólo debe abrir la puerta que le conduzca al rumbo orientado hacia la auténtica autorrealización.

El rumbo es correcto para quien se arriesga con inteligencia y, tomando en cuenta las propias habilidades, busca resultados que beneficien a muchos.

Estas personas son conscientes que todo desarrollo es un proceso que cursa por etapas y se cultiva como se procede con las plantas: Se prepara la tierra, se siembra la semilla y se eliminan las plagas y la cizaña; finalmente se cosechan los frutos.

De principio a fin se requiere tolerancia y perseverancia. La precipitación es generada por la ansiedad y lleva consigo implícitamente el riesgo de hacer esfuerzos fallidos.

El hombre auténticamente exitoso sabe que pertenece a dos dimensiones necesariamente complementarias: la temporal y la trascendente.

Si el individuo se ancla en la dimensión temporal se enfocará en lo concreto medible y cuantificable, propiedades del dinero. Este criterio induce a la manipulación y a la descalificación, poniendo de relieve los adagios: “Tanto vales, cuánto tienes.” “Sólo tiene valor lo que produce.”

Siguiendo este patrón de comportamiento, el individuo se va hinchando con sentimientos de supremacía. Toda hinchazón es una enfermedad, y, en este caso, el daño se irá manifestando en deterioros en las partes más débiles del cuerpo; porque todo hilo se rompe fácilmente por la parte más débil.

El daño también afecta en automático a las personas más cercanas; porque sólo importan las ganancias. Siempre se corre el riesgo de que los frutos de todo esfuerzo terminen en las manos menos indicadas, de acuerdo al adagio de que “Nadie sabe para quien trabaja.”

El hombre ubicado e integrado es consciente de que pertenece necesariamente, por naturaleza, a dos dimensiones correspondientes: a lo corpóreo y a lo no corpóreo. Lo medible y cuantificable pertenece a la primera, y los valores propios del auténtico amor construyen y pertenecen al segundo.

El auténtico éxito. miedo, éxito, continuo aprendizaje

El hombre más valioso es el que ofrece su mejor servicio de acuerdo a su condición, siguiendo el principio de que “El mayor entre todos es el servidor de todos.” Se dice servidor y no servil (el degradado en su dignidad). El servidor, en cambio, es el cualificado que brilla porque está dispuesto a ofrecer los mejores frutos de sus capacidades con el sello de garantía de la calidad de sus servicios; tiene mejor y preferente consideración con quienes le han compartido y arriesgado su destino. Toda persona vale por lo que hace y tiene como resultado de su ser cualificado. El ejemplo más palpable de esto es la madre amorosa que siempre está dispuesta a dar la vida por sus hijos.

La posición truncada de carácter mercantil genera resentimiento con deseos inconsciente de venganza. El daño mayor es quedar sujeto a la ley universal del karma (“A toda acción corresponde una reacción igual en sentido contrario.” “Con la vara que mides serás medido.”)  Sólo el hombre integrado es capaz de liberarse de la supremacía ficticia que finca sobre arena; por lo contrario, edifica sobre el cimento sólido de la Ley de Oro (“Haz a los demás lo que te gusta que te hagan.”) Sólo se experimentan los beneficios de esta opción en la práctica; por ejemplo, el buen trato suscita gratitud y lealtad. La ley de Oro y, su siempre aliada, la gratitud son el antídoto de la fase negativa de la Ley del Karma; porque a lo positivo le corresponde de igual forma lo positivo.

Oración

Querido Padre, Dios nuestro, te damos gracias principalmente por la bendición de la vida, porque nos das la oportunidad de aprender, corregir y mejorar cada día.

Deseamos que envíes a Tu Espíritu Santo a iluminarnos con sus preciosos dones, de manera que nos ayuden a descubrir la misión que nos has encomendado y a cumplir mejor tu voluntad. Amén.

Psicólogo José Silvestre

Autor: Psicólogo José Silvestre Joaquín Romero y Morales.

+52 22 21 13 94 51 / joseromerosilvestre@hotmail.com    

Licenciado en Psicología Clínica

Maestro en Psicología Clínica

Maestro en Educación Humanista

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