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Las buenas amistades también nos llevan a Dios

Hace unos días el calendario nos invitaba a celebrar el amor y las amistades, una fecha que sin duda alguna causa mucha controversia.

Ya que mientras para algunos es la oportunidad de declararle su amor a alguien o demostrar cuanto aman a su pareja.

Para otros es solo un día comercial, la oportunidad ideal para que cualquier tienda de regalos eleve sus ventas, o peor aún para sentirse en el hoyo de la soledad y quedarse en casa comiendo helado y viendo películas con su mascota.

Hoy vengo a compartirte esta pequeña reflexión que sin duda es el Espíritu Santo quien la ha puesto en mi corazón.

Puedes quedarte con las ideas planteadas al inicio de este escrito o bien empezar a ver con los ojos del alma y darle un giro no solo para esa fecha, sino para cada día de tu vida.

La fuente de amor

Dios es la verdadera y única fuente de amor, mismo que se hace presente en su hijo Jesús, quien a su vez nos mostró en la cruz lo que es dar la vida por amor (a cada uno de nosotros).

Por ello para mí el símbolo del amor ya no es el corazón, sino la cruz, en donde Jesús nos dice “Te amo”.

Por ello te invito a que no solo el 14 de febrero sino cada día o en cada oportunidad, también tú le manifiestes a Jesús cuanto lo amas.

Visitándolo, platicando con Él en la oración, recibiéndolo y haciéndote uno con Él en la Sagrada Eucaristía, hay tantas maneras.

La amistad con Jesús

Por otro lado el mejor amigo que tenemos ¡también es Jesús!, el amigo que no traiciona, que siempre escucha.

Y que sus consejos no nos llevan a la muerte, o al fracaso, sino a la vida y a la plenitud, un amigo que no traiciona sin importar las veces que nosotros lo neguemos, que nos enseña a perdonar, porque no nos deja de amar.

Entonces viendo todo esto, podemos decir que no podemos dar lo que no tenemos y que si no está la fuente principal de amor y amistad en nuestras vidas, difícilmente podremos encontrar esto o brindarlo a alguien más como creaturas. 

Jesús nos da el ejemplo del el tipo de amistades que debemos buscar

(Porque hemos sido creados también para vivir en comunidad), debemos de rodearnos de personas que nos lleven a Él.

Que ante una dificultad nos hagan sentir esa presencia de amor, de compañía que nos da Jesús, personas con valores que a su vez nos hacen querer ser mejores cada día.

Y sobre todo que nos sepan escuchar y si es necesario aconsejar con caridad, humildad y verdad. 

Por ello pidamos a Jesús que nos conceda encontrar buenas amistades, saber cuidarlas si es que ya las hemos encontrado y sobretodo que nuestra relación de amor y amistad con Él la procuremos y la vivamos cada día.

Porque Él no se limita a amarnos y ofrecernos su amistad solo un día al año, sino hasta la eternidad.

Tener una buena amistad siempre será una red de apoyo para cualquier situación que vivimos, una comunidad en donde podemos compartir y ser nosotros mismos.

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Oración

Señor Jesús, a ti que en la cruz nos has mostrado lo que es el amor y la amistad verdadera.

Concédenos encontrar aquí en la tierra amigos que nos acerquen más a ti, que en sus acciones nos hablen de tu amor y misericordia y que quieran se parte de una comunidad para llegar juntos al cielo.

Que cultivemos nuestra relación contigo todos los días hasta que nos encontremos un día gozando de la gloria eterna. Amén.

Autora: Gabriela Sarai Padilla Brizuela.

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