Hablar de vida y amor es lo más dulce de hoy.
Sin duda, el despertar cada día, respirar, ver esos rostros de tus seres queridos y abrazarlos fuertemente todos los días, ¡lo valoramos como nunca!
Es real. Tal vez antes, tu día a día era ir tan a prisa, que no te permitía prestar atención a lo más esencial.
El vivir “automatizado”, nos hace pasar desapercibidas las pequeñas cosas que: ¡son las más valiosas y trascendentes en la vida!
El presente
Sin duda, este tema de la pandemia nos ha hecho reflexionar y valorar lo que hoy tenemos y a quiénes tenemos.
¿Qué buscas?
Si hoy te sientes con la inquietud de encontrar el sentido de tu vida y constantemente estás en busca del amor, ¡este artículo, es para ti!. Espero que lo disfrutes.
Mi vida cobra sentido cuando…
No sé tú, pero cada día voy descubriendo desolación en muchas personas cercanas. Esta realidad que hoy vivimos, nos ha mostrado la fragilidad de nuestras vidas.
Tu vida cobrará sentido cuando…
La veas desde la mirada de Dios y descubras cuán valiosa es para él.
Cada día de tu vida es un regalo para poder disfrutar el amor.
El amor no sólo de tus seres queridos, sino del amor que Dios te da a cada segundo.
Dale un vistazo a tu ventana y ve hacia arriba, observa el cielo y las nubes, respira el aire, siente el sol. Todo eso te ha sido regalado, para que veas una muestra de ¡amor a lo grande, cada día!
Para Dios no son importantes los criterios que socialmente te determinan, porque para Dios ya eres una belleza, eres su obra de arte y sólo busca que ¡seas feliz y que vivas en plenitud!.
Estos dos deseos de Dios, los podrás vivir cuando le reconozcas en tu vida. Cuando le hagas un espacio para darte cuenta de su presencia en tu vida; descubras que es tu amigo (el mejor de todos los que puedas tener) y comiences a ver la vida desde su mirada.
¿Cuánto te inviertes buscando el amor?
¿A veces sientes una carencia de amor muy grande que pretendes llenar con cosas materiales o con las personas?
¿En ocasiones aceptas criterios con los cuales no estás de acuerdo con tal de no perder ese “amor” que estás experimentando con las personas?
¿Qué tipo de amor quieres?
No puedes dar un amor que no tienes, porque para dar amor, primero debes sentirte amado. Este amor no te lo va a dar el materialismo, pues tiene tiempo de vida corto. Tampoco te lo va dar una persona, ¿sabes por qué?
Porque nuestros modelos de amor son limitados, tienen experiencias de amor con heridas limitadas a las emociones, criterios e historias de vida. No te lo van a dar los placeres de la vida, es como el viento se van en 5 segundos.
El amor al cual debes aspirar, es el modelo de amor de quien te creó, de quien te regala detalles como el cielo, la lluvia, el frío, el calor. Ese amor que fue capaz de entregarse por ti, de morir por ti, para que no vivieras buscando amor donde no lo hay. Este amor no te lo va a dar el materialismo, pues tiene tiempo de vida corto
Lo más amargo del amor
Las cosas más amargas del amor, son cuando idealizas un amor perfecto y olvidas que como seres humanos tenemos limitaciones.
Limitaciones porque dependerá de mi estado de ánimo, mi forma de ver las situaciones que voy viviendo, la forma de afrontar las dificultades; la forma en cómo me han amado, así como las heridas que me han dejado cicatrices en mi búsqueda del amor.
Estos aspectos irán limitando mi forma de amar a los demás, incluso a mí misma.
Lo más dulce del amor, cuando:
- Aprendes a abandonarte en ti mismo para buscar la felicidad del otro.
- Te reconoces hija, hijo de Dios y te sientes plenamente amado por él.
- Ves a los demás con la mirada de Dios
- Encuentras la plenitud de tu vida, amando a los demás.
¿Buscas un modelo de amor?
Asegúrate que el modelo de amor que busques, sea un amor capaz de valorar tu dignidad como ser humano.
Que ese amor sea sincero y transparente, no te condicione, ni te manipule para seguirle; te haga ver a cada instante lo más importante: ¡tu felicidad!
Para que te vivas plenamente amado, amada y tu modelo de amor sea para la eternidad; no por momentos, no por días, sino para toda la vida.
Seguramente te preguntarás ¿en dónde lo encuentro? O te harás el planteamiento de saber si es realmente lo que tienes.
El primer paso que hay que dar, es reconocer que ese amor que te tiene Dios es único, es justo para la eternidad, es auténtico porque para él, ¡eres auténtico, auténtica!.
Dios no te quita el cielo ni los días porque no le ames o porque no reconozcas el amor que te tiene. Al contrario, ¡ve lo persistente que es! para que pruebes de su amor. Cierra tus ojos y ve repasando tu vida, trata de ver los momentos en que Dios te ha demostrado cuánto te ama.
¿A qué te invito?
Que tu sentido de vida lo descubras desde la forma en que Dios te mira y te ama. Si tienes limitaciones para amar a los demás, primero siente el amor que te tiene Dios, para que Él sea el motor para ejercitarte en la sinceridad, en la entrega, en la búsqueda de la felicidad de los demás, para que Él sea capaz de modificar esas actitudes o de sanar esas heridas que han deformado el amor de Dios en tu vida.
Te invito a que te propongas cada día, tomarte unos minutos y contemplar los regalos que Dios te hizo durante el día.
Que el timón de tu vida sea Dios, que navegues con Él ¡todo tipo de mareas! y cada vez que contemples el amor que te tiene, lo contemples que ¡es para la eternidad!.
Recuerda que si estás viviendo algún momento complicado, sientes que has perdido el sentido de tu vida y necesitas ayuda, existen profesionales (Psicólogos Católicos) que están para ayudarte.
Hagamos oración
Pido por todos ustedes que están escuchando este Podcast.
Le quiero pedir a Jesús que Él sea el timón de tu vida, para que así puedas contemplar ese amor que te tiene y todos los detalles que te va regalando en tu día a día. Para que optes por buscar y quedarte con este amor que es para la eternidad. Amén.
Si tienes alguna intención por la cual necesitas que permanezcamos unidos en oración visita nuestra sección Pide y haz oración.
Sofi García
Escucha aquí este post.
PSICÓLOGOS CATÓLICOS.
Recuerda que, si has intentado hacer algún cambio que te ha costado y no lo has logrado, o estás pasando por algún momento de dificultad o de crisis; existen profesionales (Psicólogos Católicos), que pueden acompañarte en el proceso y ayudarte a trabajar en ello.
Un Psicólogo Católico es un profesional de la Psicología, con un enfoque científico, fundamentado en la antropología cristiana-católica.
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