Estudio revela daño real de mifepristona
Un nuevo estudio del Centro de Ética y Políticas Públicas (EPPC por sus siglas en inglés) revela que la mifepristona, utilizada como primera parte del protocolo para abortar con fármacos, causa eventos adversos graves en casi el 11% de las mujeres que la consumen.
Cifra 22 veces mayor a la reportada oficialmente por la FDA. El estudio, basado en el análisis de más de 865 000 casos entre 2017 y 2023, expone complicaciones como sepsis, hemorragias, infecciones y otros.
Los autores señalan que los datos de la FDA provienen de ensayos clínicos limitados y antiguos, mientras que este estudio analiza información real del sistema de salud estadounidense, con fuentes como Medicaid, Medicare y seguros privados.
El informe exige a la FDA revisar sus regulaciones actuales debilitadas en las administraciones de Obama y Biden.
Que permiten obtener la píldora con una sola consulta virtual y sin obligación de reportar efectos adversos (excepto en caso de muerte).
Mientras organizaciones como Planned Parenthood minimizan los riesgos, el estudio y expertos como Lila Rose denuncian que la mifepristona no solo pone en riesgo la vida de la madre.
Sino que su acceso masivo es peligroso y carente de supervisión médica adecuada.
El llamado busca restaurar las medidas de seguridad estrictas y considerar incluso su prohibición.
Con este estudio vemos cómo con el paso del tiempo se han hecho las modificaciones para permitir que más mujeres cometan abortos mediante la píldora abortiva.
Dejando en claro que a las empresas que la venden no les interesa la salud de la mujer, sino la comercialización del fármaco para su venta.

Las instituciones encargadas de analizar los medicamentos deben tener como prioridad la salud de las personas que lo consumen.
Ante todo no olvidemos que esta sustancia se ingiere para quitarle la vida a un hijo en gestación.
Además se advierte una actitud cada vez más superficial que lleva a las mujeres a tomar esta sustancia como si fuera un anticonceptivo, sin darse cuenta de lo que realmente es: un abortivo.
Fuente: ConParticipación