Alguna vez escuché que la mente anticipa el futuro, por lo tanto, hay que proyectarlo con ilusión.
Es por lo que regularmente los viernes estamos más felices que los domingos, ya que sabemos que vienen días de descanso, y el último día de la semana anticipamos la jornada de trabajo que está por comenzar. ¡Ponte ilusiones, no las esperes!
El desarrollo personal tiene mucho que ver con esta parte de poder descubrirnos a nosotros mismos.
Muchas veces escuchamos la frase, “encontrarte a ti mismo”, pero realmente se trata de “irnos construyendo a nosotros mismos”. Así es como visualizo más este concepto. Pero sobre todo una autoconstrucción sustentada en la ilusión.
Esto es un proceso de autodescubrimiento
Es decir, es como hacer un viaje al centro de tu interior y descubrir tu identidad secreta.
Así es, aquello de lo que no eres tan consciente de ti, como tus potencialidades, tu integridad, tu singularidad, tu capacidad de apertura y autodesarrollo en tus distintas dimensiones: física, emocional, psicológica, social y espiritual.
En mi experiencia personal, siempre ayuda mucho partir de un método, sí, uno que he desarrollado a lo largo de estos 30 años de experiencia y le ha funcionado muy bien a muchísimas personas para desarrollarse y crecer, pero sobre todo a no ser anulados como personas.
Y precisamente para que no te suceda lo mismo, vale la pena recordar el principio de autodesarrollo, que es esa tarea de la persona de auto determinarse como un todo unitario, abarcando todas sus facetas.
Te comparto cuatro sencillos pasos a seguir para proyectarte con ilusión.
Descubrirte:
Saber quién eres y cuáles son las características principales de acuerdo con lo más esencial: tu naturaleza. Es decir, tu inteligencia, voluntad, libertad, tus capacidades intrínsecas, etcétera.
Lo importante de este paso es activar tu modo crecimiento, debes empoderarte ante la nueva realidad para inspirar a los demás.
Algo que te puede ayudar es preguntarte cuáles son tus creencias en la vida, tus propósitos y tu causa, debes de ser capaz de poder responder estas preguntas antes que nada, para descubrir la grandeza oculta de tu interior.
Conectarte:
Conectar contigo mismo es un paso fundamental en el proceso de construcción de tu plan de vida.
A lo largo del camino vamos juntando herramientas que van conformando nuestra personalidad, esto nos va permitiendo poco a poco elegir cómo nos vamos desarrollando.
Por eso una vez que has logrado descubrir la grandeza oculta de tu interior, lo que debes hacer es aceptarte en cada una de las partes que te integran, teniendo en cuenta tanto tus virtudes y tus defectos, todo esto forma parte de tu ser.
Se trata de una aceptación total, y para lograrlo es fundamental que comprendas que la luz viene acompañada de sombra; es decir, que en la vida humana existe la alegría y tristeza, la salud y la enfermedad, el amor y el miedo.
Esto te permitirá hacer la conexión más grande de tu vida, la conexión contigo mismo. Al aceptarte estás más consciente del presente, de lo que es y lo que eres, así podrás comenzar a recuperar el control y desarrollo de tu vida.
Regularte:
Ahora que ya sabes quién eres y has conectado contigo, debes comenzar a regularte, a ejercer un autodominio de tus pensamientos, sentimientos y acciones. Solo así podrás llegar al último paso bien preparado.
Una gran parte de nuestras acciones diarias están precedidas por los dictados de nuestra voluntad, que es la facultad que tenemos todos los seres humanos para dirigir nuestras acciones día a día; de poder decidir y ordenar tu propia conducta.
Proyectarte:
En esta fase del método es cuando podrás desarrollar todas tus potencialidades y alcanzar tus objetivos y metas mediante un proyecto de vida personal que materializarás con algunos planes de acción que te permitan tener relaciones humanas más profundas y duraderas, incrementar tu pasión y perseverancia para vivir una vida más plena.
¡Recuerda! para la ejecución de este método es necesario…
Tener paciencia, dejar a un lado los “peros”, recuperar la ilusión en una visión que te motive, atreverte a superar todas aquellas barreras que la vida nos pone o muchas veces que tú mismo te pones, pero, sobre todo con ilusión.
Soy Sergio Cazadero, Consultor.
Experto en temas de familia. Formo parte de