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10 tips para retomar la amistad en el matrimonio

¿Es posible ser amigos y esposos al mismo tiempo? 

¿Cómo se genera la amistad en el matrimonio? Antes de ser esposos tú y tu pareja son amigos, y si lo han olvidado, aquí te decimos cómo reavivar esa amistad.

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En el noviazgo las parejas hacen su mejor esfuerzo por convertirse en los mejores amigos y confidentes uno del otro. ,

Pero parece que aquello cambia cuando deciden casarse, ya que no sólo comparten algunos aspectos de su vida, sino comparten toda su vida.

Es evidente y hasta natural que la relación cambie a causa de todas las mudanzas y adopciones que las personas hacen cuando se casan. 

Sin embargo, la amistad que mantenían  antes de casarse no debería diluirse con el matrimonio ni con el paso del tiempo.

Sino al contrario, debería crecer, desarrollarse y madurar

Es curioso que para muchas parejas ser amigos y esposos es una tarea casi imposible de conjuntar, como si fueran polos opuestos: por un lado la amistad, y por otro, ser esposos.

Pero el matrimonio es un compromiso de dos personas que quieren unir su vida y su amor con Dios.

Que proyectan un futuro juntos, dando pasos como compañeros de camino sin reservas ni condiciones.

Apoyándose, alentándose, animándose, levantándose, escuchándose, mirándose, admirándose, entre otros…¿Y esto no es acaso lo que hacen los amigos?

Nunca dejen de ser novios

En el encuentro con familias que tuvo el Papa Francisco en Filipinas en 2015, lanzó un reto a los matrimonios diciéndoles: 

“Nunca dejen de ser novios”, porque es muy importante recuperar el amor a través de la ilusión de todos los días.

En su emotivo mensaje, el Papa pidió a las parejas nunca perder la capacidad de soñar: en sus familias, en sus hijos y en su cónyuge.

Les exhortó a detenerse y tomar un momento para soñar en el amor de su esposa o esposo y en las bondades que tiene.

Y todo esto suena muy bonito, pero ¿qué significa no dejar de ser novios en el matrimonio?.

¿Cómo se puede lograr aquello, cuando la mayor parte del día cada uno  está enfocado en la rutina y necesidades del hogar?

¿No será que el Papa Francisco nos está jugando una broma pesada a los matrimonios?

Ser novios en el matrimonio implica replicar muchas de las actitudes y acciones que tuvimos con nuestro cónyuge como cuando éramos novios.

¿Recuerdas cuántos detalles y gestos impregnados de amor?, ¿Cuántas veces pensabas en aquella persona especial?.

¿Cuántas emociones y sentimientos despertó en ti?, ¿Cuántas veces te hizo soñar?. Uy, un montón y seguramente sólo recordarlo te roba una sonrisa.

Porque el amor que nació en el noviazgo, es el que debe continuar y seguir fundiéndose en el matrimonio.

Como un fuego que empieza por una chispa y crece hasta extenderse a gran escala, abarcándolo todo, incluso territorios insospechados.

¿Recuerdas también?

 

Las interminables horas que pasaban hablando por teléfono o enviándose mensajes, o cuando el tiempo era un suspiro estando juntos.

¿Te acuerdas cuando se convirtieron en los mejores amigos, quienes se revelaban sus más íntimos secretos, sus alegrías, tristezas, sueños y desilusiones, incluso antes que a cualquier otra persona?

A esto se refiere el Papa Francisco cuando sugiere prolongar el noviazgo después de casados, a tener una amistad madura: en que tu cónyuge sea tu mejor amigo(a).

Con quien compartas tus luchas, preocupaciones y proyectos; con quien puedas desvelar lo más íntimo de ti sin temor a ser juzgado.

 

No son servidores sino amigos

Ten presente que antes de ser esposos tú y tu pareja son amigos, y si lo han olvidado aquí te decimos cómo reavivar esa amistad.

La amistad podría sonar una palabra trillada y muy simple, pero encierra muchos valores como: confianza, lealtad, respeto, solidaridad, comprensión, escucha, sinceridad, humildad, aceptación, y muchos más.

¡Qué grande es ser amigo de alguien! Cuanta grandeza esconde la palabra “amigo” que hasta Jesús quiso tener amigos: 

“Ya no les llamo servidores, porque un servidor no sabe lo que hace su patrón.

Los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que aprendí de mi Padre” (Jn15,15).

Esta cita nos da algunas pistas de lo que significa ser amigos en el matrimonio:

Pista 1: Ser amigos, no esclavos

Jesús es muy claro al resaltar que un amigo no es esclavo ni servidor.

Estar casados no significa estar sujeto a alguien, ni que uno sea el dominante y otro el dominado, ni se trata de que siempre uno se imponga al otro.

Sino más bien significa ser iguales en dignidad y valor.

La amistad en el matrimonio no te resta libertad ni autonomía; por el contrario, te hace brillar más.

¡Que triste es ver a muchos matrimonios convertidos en un campo de batalla, donde cada día es una lucha de poderes entre cónyuges!

Nos equivocamos de enfoque, porque el enemigo no está en casa, sino está fuera de ella.

Pista 2: La confianza

La confianza que se expresa en la amistad. El matrimonio es un buen espacio para compartir desde lo más ridículo o chistoso del día hasta lo más sagrado y profundo del corazón.

Es el lugar idóneo para escuchar y ser escuchados. Porque si de algo adolece esta sociedad es de escucha.

¡Y qué mejor, que ser escuchado y comprendido por tu pareja! ¡que gran regalo es tener a tu amigo (a) como esposo (a)!

Pista 3: La voluntad

Jesús elige libre y voluntariamente como amigos a personas sencillas en las que no busca otro interés más que su amistad.

Así en el matrimonio, los esposos se han elegido libre y voluntariamente, con sus virtudes y defectos, para vivir un proyecto común.

¡Cada día es una oportunidad para elegir a tu esposo(a) como tu mejor amigo(a), sintiéndote seguro(a) y confiado(a) de ir con el mejor compañero(a) de viaje.

Además de estas pistas, la vida de Jesús, relatada en la Sagrada Escritura, muestra cómo los amigos le enseñaron a crecer  y madurar en su vida.

Porque los amigos te confrontan, te cuestionan, te orientan, te aconsejan, pero también te perdonan y aceptan porque te aman.

¿Cómo estás viviendo estas pistas en tu matrimonio?

Dios regala a los matrimonios la gracia de un amor exclusivo y de una amistad sin fin.

La amistad en el matrimonio es uno de los pilares más fuertes que dan sostén  a una relación y a una familia.

Entre más amigos sean los cónyuges más firme y sólida será su relación. Entre más amistad haya, serán muchos más los matrimonios y familias al estilo de Jesús.

Modelo de amigos y esposos

Seguramente te preguntarás ¿Cuál es la fórmula?, ¿Qué hacer para crecer en amistad en el matrimonio o cómo comprobar que es posible ser amigos y esposos al mismo tiempo?

Un modelo de matrimonio que Dios nos invita a mirar es el de José y María, quienes a pesar de su corta edad entendieron la riqueza de la amistad en el matrimonio.

¿Te imaginas cómo fue su relación? Sin duda, habrá sido de mucha amistad, transparencia y cercanía.

En los pocos pasajes  que relatan su historia, se nota una pareja que camina hacia la misma dirección.

En la que cada uno asume el lugar donde Dios los colocó, trabajando por un proyecto común.

Y eso no quiere decir, que todo fue color de rosa o que vivieron un cuento de fantasía.

Aunque no se describen los desacuerdos y pleitos entre ellos, sí se muestra que su historia estuvo plagada de situaciones difíciles, de ir y venir, de soltar seguridades, de empezar una y otra vez; y de una fe y confianza ciega en Dios.

Ambos compartían un secreto, ser padres del Hijo de Dios.

Ambos caminaron siendo cómplices; aceptando su misión, viviendo juntos muchas alegrías, satisfacciones, también dolores, tristezas y muchas lágrimas.

El matrimonio es un manantial

Imaginemos la escena de un día pesado para José y María. 

Al llegar la noche se cuentan las dificultades de su jornada: que no alcanzó el dinero para la comida, que a José le cancelaron un trabajo.

Que el niño se puso berrinchudo, que ya es tiempo de pagar las deudas; que están cansados.

Y que lo único que quieren es irse a dormir con la esperanza de que mañana será un día mejor.

Es precisamente, cuando el matrimonio es un manantial para los esposos, un manantial en un día aparentemente seco.

Donde al compartir, te refrescas, te hidratas, te regresa el color a la piel.

Te reanimas al sentirte escuchado(a) y acompañado(a), porque sabes que no estás solo(a) y que cuentas con alguien, con un amor exclusivo para ti y con aceptación incondicional.

La amistad se cultiva, no es espontánea

La cuerda de tres hilos.

La amistad en el matrimonio es una obligación pero también una tarea que hay que ejercitar día tras día.

No se da por generación espontánea ni se improvisa, sino se va gestando con el trato diario, con la cercanía, con los gestos y detalles.

¿Qué detalle le agradaría hoy a mi esposo(a)? ¿Hoy qué puedo hacer por mi mejor amigo(a)?

En el matrimonio se abre un abanico de posibilidades y opciones de gestos o detalles que no sólo se limita a regalos materiales o salidas.

Sino también en quehaceres y obligaciones del hogar.

A veces se piensa que vivir junto a alguien toda una vida es sinónimo de aburrimiento y de monotonía.

Y sí que la hay, pero también la convivencia es descubrir el mundo juntos, con días buenos y malos, con salud y enfermedad.

Con abundancia y pobreza, con retos y desafíos, como lo declaramos en los votos matrimoniales.

Al casarse, los esposos deciden trabajar en equipo, ya no siendo dos, sino uno solo

 

En algunos casos será sencillo, pero en la mayoría de las situaciones será una tarea titánica acordar y tomar decisiones, que requerirán paciencia, comprensión, escucha y sobre todo mucho amor.

La Palabra de Dios dice “Más vale estar de a dos que solo; el trabajo rendirá más.

Si uno cae, su compañero lo levantará. Pero, ay del que está solo si cae: nadie lo levantará.

Si uno está solo, lo pueden atacar; pero acompañado, podrá resistir, y si el hilo es triple, no se cortará fácilmente” (Cfr. Eclesiastés 4, 9-12).

Lo que sugiere que el matrimonio se vive mejor siendo tres: Dios, tu esposa y tu esposo.

Así la relación es más firme, más vigorosa, más fuerte y mucho más grande de lo que pudiste vivir en el noviazgo.

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Vuelve a empezar

Si en estos momentos, en tu matrimonio se extravió el amor y la ternura que un día se expresaron el uno por el otro.

O no te “nace” contarle tal o cual cosa porque reaccionará mal, vuelve a empezar.

¡Vuelvan a ser amigos! Haz el ejercicio de escuchar a tu esposo(a), de prestarle atención, de hablarle con respeto, de hacerle la plática, de contarle tus peripecias. 

También empieza a ejercitarte en dejar de criticarle y juzgarle y quitarte las telarañas y prejuicios que has creado de él o ella.

Los cónyuges estamos llamados a vivir una amistad y amor exclusivos.

Dios nos da la gracia y nos acompaña para lograrlo pero nuestra tarea es poner de nuestra parte en cuidar, cultivar, desarrollar y madurar esta relación.

¿Cómo empezar? Obvio, por el principio.

Puedes empezar por preguntarle a tu esposo(a) cada día: ¿Cómo estás?, ¿Cómo te sientes?, ¿Qué te preocupa?, ¿En qué puedo ayudarte?, ¿Qué piensas de esto o aquello?

10 tips para retomar la amistad en el matrimonio

Aquí te damos 10 tips o consejos para reavivar la amistad en el matrimonio.

  1. Mirarle. Posa tu mirada sobre tu esposo(a). Observa lo bueno que tiene.
  2. Cuéntale tu día. Compártele alguna experiencia sencilla o difícil que te haya acontecido.
  3. Escúchale con atención. Escucha y guarda silencio mientras tu cónyuge habla, no le interrumpas. No te distraigas con el celular o alguna otra cosa.
  4. Ríanse juntos. Cuéntale algo gracioso que hayas visto o incluso de ti mismo.
  5. Platiquen de otros temas. Amplíen sus temas de conversación. Pueden comentar sobre alguna noticia, lectura, música, etc.
  6. Orar por el otro y compartir su oración. Saquen momentos de oración y compártanse lo que han entendido mutuamente. Pueden empezar con el evangelio del domingo.
  7. Interésate por lo que le gusta al otro. Pregúntale cómo va aquello que le gusta, aunque no sea tan atractivo para ti como: el futbol, alguna película o serie, recetas de cocina, etc.
  8. Rompan la rutina. Realicen cosas nuevas, actividades que normalmente no hacen, encuentren novedad, etc.
  9. Corregirse y dejarse corregir. Hacerlo con delicadeza, con amor y ternura. Lo que buscan es su mayor bien.
  10. Animarse mutuamente. En sus proyectos, en sus anhelos y deseos siendo su ayuda adecuada uno para el otro.

Recuerda que si como matrimonio, están viviendo momentos de dificultad que les impiden retomar la amistad que se propone en este post, recuerden que hay profesionales (Psicólogos Católicos) que los pueden acompañar en este proceso.

Oración

Señor concédenos renovar y crecer en amistad contigo y con nuestro esposo(a).

Sabemos que el camino de la amistad en el matrimonio no es algo sencillo, pero es un tesoro que tú nos has concedido desde antes de casarnos.

Regálanos que cada día busquemos ser más y mejores amigos en medio de nuestra cotidianidad y nuestra pobreza, para gozar de la alegría de la amistad en el matrimonio y ésta sea testimonio para otros. Amén.

Memo y Gina.

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PSICÓLOGOS CATÓLICOS.

Recuerda que, si has intentado hacer algún cambio y no lo has logrado, o estás pasando por algún momento de dificultad; existen profesionales (Psicólogos Católicos), que pueden ayudarte a trabajar en ello.

Un Psicólogo Católico es un profesional de la Psicología, con un enfoque científico, fundamentado en la antropología cristiana-católica.

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