Te has preguntado: ¿Cómo es que los hombres nos mantenemos en la fidelidad?
Hay un dicho que dice “a los hombres el amor les entra por los ojos” cosa que es muy real sin embargo creo que después de los ojos el amor se da en el corazón. Así los hombres nos mantenemos en la fidelidad.
Y cuando esto pasa, encontramos a hombres amando verdaderamente como solo ellos lo saben hacer.
Y en ese amar se da la fidelidad, y es que la clase de amor que juramos a nuestras esposas no es cualquier tipo de amor, si no un amor de talla verdadera, un amor donde puedo jurar que tu serás un fin y no un medio.
Un amor donde estaré contigo en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte nos separe, esa es la talla de amor que nosotros juramos a nuestras esposas (cada quien a la suya).
Amor conyugal
Y fruto de esa clase de amor tan especial llamado “amor conyugal” por su naturaleza propia, se da la exclusividad, esa exclusividad que implica la fidelidad.
Ésta, la podemos entender como la virtud que “inclina a la voluntad a cumplir exactamente lo que se prometió, conformando de este modo las palabras a los hechos”
Es decir, dicha virtud nos lleva a cumplir aquello a lo que nos hemos comprometido, nos dirige a ser coherentes y vivir de manera constante lo que hemos prometido.
La fidelidad tiene mucho que ver con la fortaleza, esa fortaleza con la cual nacemos todos los hombres.
Como todas las virtudes, ésta necesita ser cultivada y puesta en práctica, nunca se dará por completada y para mantenerla, será necesario siempre llevarla a la práctica.
La fidelidad es una virtud que nace con la decisión de amar, es por eso que podríamos decir que es parte de una decisión, esta decisión que se da en la voluntad y la libertad de la persona, es por eso que:
quien ama ejercita la virtud de la fidelidad
Y como cualquier virtud que se tiene que aprender a desarrollar, la fidelidad no será la excepción, esta será una tarea de todos los días.
A veces pensamos que la fidelidad se da en automático
Dicha creencia es errónea pues como ya he dicho, la fidelidad nace con la voluntad de amar y al principio puede ser espontánea, en la práctica y al paso del tiempo realmente…
La fidelidad siempre nos lleva a la acción.
Es decir que uno es fiel, siendo fiel, teniendo la intención de poner en práctica dicha virtud, custodiando el corazón y la razón.
Las pasiones masculinas
Es un hecho que el corazón masculino está configurado para amar al corazón femenino y es por eso que los hombres experimentamos esa atracción a las mujeres.
¿A qué hombre no le ha pasado que, de muy joven al ver a una chica hermosa, siente una serie de emociones que le impulsan a salir a su encuentro, o por lo menos a preguntarse por su nombre?
¡Es que los hombres fuimos creados para complementarnos con las mujeres, es el complemento perfecto para nuestro corazón, son nuestras compañeras de vida!
Así es, no fuimos creados para quedarnos en nosotros mismos, si no que se nos pensó para entregarnos al otro o más específicamente a otra cuando de pareja se trata.
De ello hablan nuestras estructuras mentales, físicas, emocionales, cognitivas y espirituales.
Y este efecto de atracción no se elimina cuando tienes novia, y mucho menos cuando te casas.
Es por ello que, para ser fiel en tu matrimonio, necesitas trabajar en ello, más en estos tiempos donde la infidelidad y las tentaciones están por todos lados.
Por ejemplo, en la publicidad, la vestimenta, las conversaciones, miradas y demás. Si quieres saber más, aquí te dejo un link para leer mas al respecto.
Tipos de infidelidad
Mencionaré rápidamente algunos tipos de infidelidad. Ésta puede ser económica, sexual, del corazón, de pensamiento, etc. si te interesa saber más al respecto da clic en este link.
Aquí te presento una estrategia
Esta estrategia la puedes aplicar en cualquier tipo de infidelidad, donde tu trabajo en general será custodiar tu corazón, no engañarte y alejarte.
A lo largo de mi camino como psicólogo, he tenido a varios pacientes casados que me cuentan sus conductas con mujeres que no son sus esposas.
Y que, si bien no caen en infidelidad, se acercan mucho a ésta y sin embargo, me dicen que no están siendo infieles, pues no hay nada físico y tampoco la otra persona está dispuesta a tener una relación con ellos.
Primer paso: ubica las dos zonas de la fidelidad
Imaginemos a la fidelidad como una zona muy clara donde nuestros actos pensamientos y sentimientos se mantienen fieles a nuestra promesa de amar.
Dentro de esta zona existen dos en las cuales podemos estar.
La primera (zona de seguridad)
Esta primera área, es en donde tu corazón y tu matrimonio está seguro, la manera de hablar, sentir y comportarse con las personas del sexo opuesto no representa una amenaza para ellos.
En esta zona esta te mueves confiadamente, te comportas de manera coherente a lo prometido, te sientes libre de cualquier cargo de conciencia, sientes que tu corazón está libre de alguna culpa.
Cuando estás en esta zona tienes conductas con el sexo opuesto que le dejan muy claro que no buscas nada más allá de lo necesario para convivir con ellas y que tu compromiso con tu relación siempre está presente es estable y fuerte.
Una señal muy clara de que estás en esta zona es que te sientes en control de tus actitudes y emociones, además que éstas están a la luz y pueden ser vistas por cualquiera sin nada que temer.
Es más tan seguro estas de tu coherencia que hasta te puedes poner a prueba enfrente de tu esposa pues no tienes nada que esconder.
La segunda Zona de riesgo
Esta segunda área, es una zona de peligro, ten cuidado
Seguramente muchos hemos estado en esta zona al menos por unos minutos o tal vez más, pero lo importante es identificarla y salir de ella lo antes posible.
En esta zona las conductas no son claras, son confusas y fácilmente mal interpretables, existe la duda de la fidelidad, tus emociones y conductas no están en coherencia con lo prometido, tampoco están bajo control.
Un indicador que te avisa de manera importante tu presencia en esta zona, es que TE COMPORTAS COMO ALGUIEN SOLTERO.
Es decir que tu comportamiento no es de una persona que tiene un compromiso o que es casada, si no que actúas como en tu época de soltero.
Cuando toco este tema con otros hombres, me dicen la típica frase.
“Pero si no estoy siendo infiel, sólo somos amigos (solteros)”
Esa es la gran trampa, y un antídoto para ésta es preguntarse: ¿Si mi esposa viera mi comportamiento, yo tendría que explicar o defender algo?.
Podrías decirme, es que mi esposa es muy celosa, entonces podrías cambiar la figura de tu esposa por tu Madre o si no por Dios que conoce tu corazón y mira tus intenciones.
En esta zona no te comportas como alguien infiel, pero si como soltero y es el mayor riesgo que puedes correr.
En esta zona se encuentra un área limítrofe que está antes de la infidelidad y es la siguiente
Área de alto riesgo
En la “Zona de riesgo” se encuentra el “área de alto riesgo” que es la antesala de la infidelidad, las personas que se mantienen en dicha área se encuentran en una bajada acelerará a romper su promesa, la imagen de estar en un tobogán es muy clara.
Cuando la persona se encuentra en dicha área comienza a sentir cosas que sabe que no le conviene sin embargo quiere, comienza a justificar conductas que no pueden ser vistas a la luz y mucho menos por su esposa.
Se pierde el control de las emociones y las conductas, aparece la necesidad de contacto con la persona deseada, los mensajes, encuentros y pensamientos se hacen presentes.
Todo esto sin importar que la naturaleza de la relación (¿solo somos amigos?) o si el sentimiento es mutuo o unilateral.
Y es justo aquí donde se da LA INFIDELIDAD DEL CORAZÓN, antes de salir de dicho tobogán que como ya lo hemos mencionado desemboca en la infidelidad.
La persona estará siendo infiel de corazón pues anhela, busca o desea a alguien que no es su esposa sin importar que no haya existido algún contacto físico o un acuerdo verbal que materialice la desventurada infidelidad.
Segundo paso mantente en la “zona segura”
La estrategia es muy clara, una vez que ya sabes las zonas de la fidelidad, no puedes tener excusas, sabes que si lo tienes que esconder o si te comportas como si fueras soltero.
Es decir coqueteando o provocando que alguien te note, o tratando especialmente a alguien con una segunda intención, o frecuentando a alguien más, entonces estás en la zona de riesgo.
Sal corriendo de allí, si tu verdadera intención es seguir poniendo en práctica la virtud de la fidelidad, entonces trabaja todos los días por mantenerte en la zona segura.
Te lo mereces, para esto fuiste creado, solo necesitas mantenerte en el amor.
“La fortaleza del hombre radica en el dominio de su mente, su grandeza se conoce por la humildad de su espíritu, la honradez de su alma y su voluntad de vencer”
No podrás solo, habrá momentos que no te bastará el saber que no debes estar en “zona de riesgo” para ello mantente en oración, en contacto con Dios, ruégale, pídele que te envíe a su Espíritu para que ames más auténticamente.
Les dejo un video que habla del tema
Oración
Padre Santo te pido por todos los hombres que han jurado fidelidad a sus parejas, ayúdales a custodiar como guerreros incansables su corazón.
Dales la fuerza, templanza y entereza que les ayudará a amar como los hombres que son, para que fortalecidos en ti, puedan hacer tu voluntad y permanecer siempre firmes en el amor.
Amen
PSICÓLOGOS CATÓLICOS.
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Un Psicólogo Católico es un profesional de la Psicología, con un enfoque científico, fundamentado en la antropología cristiana-católica.