Estamos a punto de terminar este tiempo de Cuaresma, así que hoy te planteo evaluar ¿Qué tanto hiciste pausa en tu vida y aprovechaste al máximo este tiempo de gracia?.
¿Cómo viviste este tiempo? ¿Se está notando algún cambio en ti? ¿Estás logrando modificar algún hábito o te has donado un poquito más a los demás? ¿Has podido acercarte a Dios?
Si no es así, ¡no te desanimes! Hoy te traemos 5 puntos a evaluar, basados en el mensaje de Cuaresma que dio el Papa Francisco.
De esa manera, podrás avanzar paso a paso en tu camino hacia la santidad y lograr cambios que no duren solo 40 días, sino toda tu vida.
1. Dónate y ama
Sabemos que la Cuaresma es un tiempo de entrega, pero el Papa nos recuerda lo importante que es hacerlo con alegría y generosidad, y sin ir muy lejos.
A veces queremos correr a asilos y hospitales, pero ¿Cómo están las cosas en casa? ¿Cuánto tiempo dedicas a aquellos que amas en persona y no a través de las redes?
Aprovecha estas semanas para salir al encuentro de tus amigos y familiares, en especial de los que están más solos o aislados, los que sufren, los que tienen un problema, los que están más lejos de Dios.
Dona tu tiempo, escúchalos, abrázalos, invítales un café y regálales tu mejor sonrisa.
2. Escucha
Pasamos el día entre redes sociales y series, pero ¿Cuánto tiempo dedicamos a Dios?
Esta Cuaresma antes de abrir Netflix o Instagram, dedica unos minutos a leer la Biblia; solo un par de capítulos. Como el Papa nos ha dicho:
“Durante la Cuaresma estamos llamados a responder al don de Dios acogiendo su Palabra” y sólo aprendiendo a escucharlo a Él con docilidad, es que lograremos un cambio profundo de corazón.
3. Ora
Si leyendo la Biblia descubrimos a Dios y Él nos habla, es en la oración donde nosotros respondemos.
Pues el diálogo cercano, profundo con Dios, nos lleva a la acción, a poner medios, llevando a cabo acciones concretas que transforman nuestra vida y la de los demás.
El Papa Francisco nos recuerda la importancia de orar siempre, sin desanimarnos.
A pesar de todo lo que sucede en el mundo, debemos ser capaces de poner todo en sus manos y confiar en Dios.
Date cada día un momento para pensar en 3 cosas que le agradeces y ofrece tu oración por alguien más.
4. Ayuna
No solo de carne, no sólo los viernes de Cuaresma. Procura poner límites a tus consumos excesivos (ej. uso de pantallas)*.
La palabra “ayuno” a veces nos asusta, pero cuando vamos de la mano de Dios, esta práctica da grandes frutos, fortalece nuestro espíritu y nos ayuda a luchar contra los vicios y el pecado.
Trata de ayunar (poniendo límites*) al menos una vez a la semana como práctica habitual.
Además, de la abstinencia en aquello que implique ahorro de dinero, ¡recuerda compartirlo!
El propósito no es “ahorrarse una lana en carnes” o comer puros mariscos, lo ideal es que lo que ahorres en tus comidas sencillas, puedas donarlo a quien más lo necesita.
5. Actúa
El Papa Francisco nos recuerda que estamos llamados a ser “colaboradores de Dios” y, por ello, debemos ir por la vida sembrando el bien, ayudando a los demás, llevando amor. Que fruto de esta Cuaresma podamos sacar cosas que no usamos y regalarlas a los pobres.
Salir de nuestra zona de confort para servir donde se necesite. Y que cada día podamos amar un poquito más a través de nuestras acciones.
El Papa nos recuerda que: “En Dios no se pierde ningún acto de amor, por más pequeño que sea, no se pierde ningún «cansancio generoso»”, así que, como dice San Pablo: “No nos cansemos de hacer el bien” (Ga 6, 9).
Estamos llamados a vivir estos puntos constantemente en nuestro camino de fe, pues a través de estos ejercicios Dios nos invita a crecer en el amor.
¡Atrévete a vivirlos no sólo en Cuaresma! Sino durante todo el año y toda tu vida.
Oración:
Señor, esta Cuaresma te pedimos la gracia de la perseverancia y que podamos abrir nuestros corazones para saber donarnos a los demás.
Que sepamos ser tu luz en el mundo. Que nuestros gestos y palabras sean siempre un reflejo tuyo, para que todos los que nos vean te conozcan y sientan el deseo de ir a Ti. Amén.
Monse Reyes