En búsqueda de respuestas..
¿Cuántas veces te has preguntado quién eres?, ¿para qué estás aquí?, ¿quién te creo?, ¿a dónde perteneces?, ¿qué te define?, ¿qué identidad tengo? Seguro que estas preguntas en algún momento de tu vida te las has planteado.
Hoy, quiero hablarte de un tema que te dará esas respuestas, te ayudará a definirte como persona y lo más importante, te hará mirarte de una forma diferente cuando descubras tu identidad.
Identidad: Lo que define a la persona; está determinada por un conjunto de rasgos o características que la diferencian de los demás.
Esta definición la iremos desarrollando más adelante para tener claro lo que te define y el valorar de tus rasgos y características como persona; pero también quiero hablarte de las propuestas que nos hace el mundo sobre la identidad, de las confusiones que nos van generando.
Con este tema buscamos que descubras quién eres, de dónde procedes, el valor que tienes y a qué estás llamado.
Muchas personas experimentan diversas situaciones internas al no encontrar su identidad; por ello deseo que este tema ayude a encontrar tu identidad; que te mires y te vivas diferente a partir de hoy.
Únete a la mercadotecnia de Dios, difunde, comparte, anima a otros a conocer a “ Mi Mejor Amigo” que te llevará a vivir en la verdad, en la auténtica felicidad, en la plenitud y sobre todo te hará libre.
Realidades que golpean…
Quiero compartirte que con este tema de la Pandemia pienso en muchas personas que se han quitado la vida, me vienen a la mente, adolescentes, jóvenes, adultos, que por diversas circunstancias han encontrado como solución el ya no vivir más.
Investigando, encontraba en la ONU un dato que me sorprendió mucho, el dato refiere que por cada 40 segundos alguien se quita la vida, las edades donde existe mayor número de suicidios son entre los 15 y 29 años; y estas son resultado de respuestas impulsivas ante momentos de crisis.
Una situación de carácter mundial!
Me vienen a la mente todas aquellas personas que se viven sin encontrar quiénes son, sin descubrir el valor que tienen como persona, que sienten un vacío interno como un abismo enorme dentro de ellos, que experimentan una soledad que no les permite ver a quienes tienen a su alrededor.
Experimentan una ansiedad que no saben identificar o manejar y que los lleva a tomar acciones desesperadas que desgraciadamente ya no tienen vuelta atrás.
Si en algún momento te experimentas así, no dudes en contactar en nuestra página el apartado de Psicólogos Católicos. ¡Apóyate de profesionales! ¡Tú vales mucho!
Los riesgos sobre mi identidad
Hoy en día tenemos muchas propuestas; ¿recuerdan el tema de “El Sentido de mi Vida”, en donde hablábamos de esos escaparates y ofertas que nos ofrece el mundo?
En verdad que la propaganda que tenemos a nuestro alcance es muy atractiva, nos oferta el cómo tener valor como persona, nos venden la idea de cómo crearlo y también nos venden la idea de que es lo que necesitamos.
La propuesta de hoy es generar millones de likes, de seguidores, logrando esto sabrás el valor que tienes y lo que te define como persona.
Condicionamientos sociales que desvirtúan mi identidad
Socialmente vemos muchas tendencias de lo que le da valor a las personas:
Para algunas mujeres el deseo de ser madres es lo que las define, para algunos hombres tener muchas mujeres es lo que los define, para los profesionistas el ser el empresario exitoso, el mejor contador, el tener un trabajo es lo que los define, tener poder adquisitivo, cosas materiales, etc.
Así podemos mencionar muchos ejemplos donde socialmente nos van condicionando a definir quiénes somos.
Lo que va promocionando esta mercadotecnia, es el valor que tienes como persona por lo que eres y por lo que tienes de una manera superficial; que muchas veces te orilla a desear tener lo que otros tienen o son.
Estos aspectos son parte de la propaganda que constantemente nos invita a consumir el mundo, que son parte de una tendencia, de una moda, de una ideología, incluso de aspectos culturales, que solo desvirtúan la verdadera identidad que tienes.
La consecuencia ante ello es, que le das más credibilidad a los criterios de otras personas que te pueden hacer dudar de ti mismo, construyendo la idea de que no vales nada, causándote daño y en algunos casos pensar en el suicidio por los comentarios destructivos, denigrantes y negativos que te llenan de ideas falsas sobre tu identidad.
Redes sociales y publicaciones, que me hacen dudar de mi identidad
Hace poco vi una serie donde se reflejaba muy bien el impacto que generan las publicaciones en redes sociales; planteaban tres temas que hacen perder tu identidad.
El primer tema hacía referencia a la difamación, como consecuencia de ocultar la verdad y responsabilizar a una persona inocente sobre los hechos, el segundo era sobre la presión que se genera en redes sociales sobre dicha difamación, ocasionando una falsedad de la integridad de la persona inocente, el tercero el suicidio, provocado por los comentarios generados en redes sociales.
Esto me hizo recordar cuando leí la encíclica de “Fratelli Tutti” del Papa Francisco, donde menciona que muchos al abrir su privacidad en las redes sociales, se exponen a perderla y a estar sujetos a los comentarios que las demás personas hacen.
El riesgo aquí es que uno consume comentarios, expectativas, puntos de vista de otras personas.
Las redes sociales no son realmente el problema, el riesgo es, la persona que hace las publicaciones, el sentido con el que las hace, las intenciones que tiene en su corazón que terminan por influenciar a la persona de la que se está hablando.
Hoy vemos un sin fin de comentarios destructivos y negativos en redes sociales, reflexionando sobre esta forma de expresarnos, me lleva a concluir que muchas veces somos inconscientes de lo que generamos en la otra persona y hasta qué punto llevamos a la persona a tomar decisiones como el de quitarse la vida por un comentario publicado.
Se nos olvida que la otra persona es un ser humano y que tiene la misma identidad y dignidad que tienes tú, pero pasa que al no reconocer nuestra identidad y dignidad pensamos que la otra persona es un objeto.
Pensamos que la identidad la obtenemos por los comentarios, lo que reflejamos o por cumplir estándares sociales y expectativas de los demás.
Descubriendo mi identidad
Te quiero compartir cómo encontré las respuestas a ¿quién soy, de dónde vengo, por qué estoy aquí?
Muchas veces vamos por la vida tratando de encontrar nuestra identidad, la intentamos buscar con los amigos, en la familia, en la sociedad, en los lugares, en las redes sociales, en las marcas y en ocasiones decimos soy esta persona; incluso puedes llegar a modificar conductas para identificar quién eres.
Esto me hace pensar en la publicidad de algunos productos, nos venden la idea de tú eres esta marca, cómprala, porque te da estatus, te hace ser exclusivo, despierta en los demás el deseo de ser como tú, usando esa marca define quién eres, a dónde perteneces.
Podrás experimentar nuevas formas de vivirte, de incluirte a ciertos grupos, de vestirte y seguirás sintiendo que no te encuentras, que no eres eso, que no eres feliz.
Buscarás nuevamente en otro lugar, con otras personas, con otras tendencias y seguirás sin encontrar quién eres, por que ha sido tanto el mensaje que te han metido en la cabeza que terminas aceptando que eres eso, pero en el fondo hay un vacío, te sigues sintiendo perdido.
Tu identidad no radica en ser como los demás, en aspirar lo que los demás tienen, en la marca que usas, en si eres el gran empresario, en si tienes un trabajo.
Radica en reconocer que fuiste creado por Dios, que eres creado por el amor de Dios, por lo tanto procedes del amor, tu identidad es reconocerte como hijo de Dios.
No necesitas buscarla en las personas o en las cosas, ni hacer algo extraordinario para ganártela, ni ser una réplica de alguien más, solo es que te vivas como hijo/ hija de Dios.
Falsas imágenes…
Ahora que te descubriste creado por Dios, vale la pena hacer una introspección de varios puntos, primero:
¿Quién es Dios para ti?, ¿qué imagen tienes de Él?, ¿lo reconoces en tu vida? ¿sabías que Dios es tu Padre? ¿que Dios es amor?
Muchas veces tenemos una falsa imagen de Dios, nos lo presentan como un ser supremo que solo te juzga y si te portas mal te castigará, así que todo lo malo que pasa en tu vida es porque Dios te está castigando.
Esta imagen lo único que provoca es que te escondas de Dios, que no quieras que te vea, que sepa de ti porque lo que menos quieres es que te castigue, no quieres sufrir, al contrario quieres vivir bien.
Para otros será, que Dios es alguien ajeno, como no lo ven, no lo escuchan, no existe. Algunos simplemente no lo conocen, nunca les han hablado de él. Otros dirán, sé que existe, pero no tengo interés en conocerlo porque no quiero vivir según sus criterios.
A veces nos escondemos de Dios, lo rechazamos, lo ignoramos, lo miramos como juez de mi vida y caminar así nos lleva a tener momentos de crisis de identidad y el problema es que muchas veces arrastramos a otros a vivirse así o nos arrastran a vivirnos así.
Descubre su amor que le da sentido a tu identidad
¿Te sientes indigno?, ¿sientes que el otro es mejor que tú, que tiene más cualidades que tú?, ¿sientes que no mereces ser hijo de Dios o que no mereces su amor por que nunca le has querido escuchar o conocer? ¡No te preocupes!
Eso a Dios no le importa y ¿sabes por qué? Porque eres su creación, su obra perfecta, así tal cual eres, eso te hace especial, te hace único, así te pensó Dios, no hay nadie idéntico a ti.
Dificultades para ver a Dios como mi Padre…
Ya hablamos de que mi identidad es que soy hijo/hija de Dios, por lo tanto Dios es mi Padre, yo cuando entendí este punto me dio mucho sentido a quién soy.
Pero también me resultaba un poco complejo ver que tengo dos papás uno en la tierra y uno en el cielo, sin embargo, contemplar que mi Papá del cielo es el Papá de todos y que todos tenemos el mismo Padre me hace ver que todos procedemos del amor y que muchos se viven huérfanos al no conocerlo.
Tómate un momento para descubrir cómo es la imagen que tienes de un padre, si esa imagen es diferente a la de tu Papá del cielo, que todos los días te da muestras de su amor ( “El Sentido de mi Vida”), que no se cansa de decirte «eres lo más valioso, vales mucho para mí, yo te amo y estaré contigo siempre hasta la eternidad», si no es esa la imagen que tienes de un padre, no te preocupes vamos a trabajarlo.
Pregúntate
¿Qué experimenta tu corazón al escuchar estas palabras de tu Papá del cielo, alguna vez las habías escuchado?
Si tu corazón siente una alegría, un gozo al escucharlas, es porque tu corazón estaba en busca de su Padre, antes de que tú amaras a tu Papá del cielo, Él ya te amaba.
Así que no importa si nunca quisiste saber de Él o conocerle, si lo rechazaste cada vez que te hablaban de Él, no importa si hoy la relación con tu papá biológico no coincide con la de Dios, ¡no importa!
Si la imagen de tu papá en la tierra es un padre ausente, un padre autoritario, un padre agresivo y no es semejante a la de tu Papá del cielo, perdónalo. Perdónalo por esa ausencia, por esas heridas que te han marcado, porque tal vez a él nadie le hablo de este Papá del que te estoy hablando hoy a ti.
Quédate con las palabras que te dice tu papá del cielo, yo estaré contigo, he venido a rescatarte.
Te ha venido a rescatar de esa orfandad en la que vives, de esa falta de identidad en la que te encuentras, de esa sed de sentir ese amor de un padre que se vuelve loco por ti.
Hoy te dice «mira dentro de tu corazón y háblame, platícame, ¿qué es lo que sientes, por qué te sientes solo, por qué sientes que vas caminando sin un padre, por qué no encuentras el sentido de tu vida, por qué tienes dudas de estar aquí?
Yo te he soñado como mi hijo/hija, yo he soñado con que me platiques de ti, cómo va tu día, cómo te sientes en tu noviazgo, cómo va el trabajo, cómo te ves, tus sueños, tus caídas, todo lo que vas viviendo y sintiendo, yo camino contigo».
Las respuestas ante mi identidad
Te quiero hablar de tres ideas centrales para descubrir tu identidad: Dios te creo y te ama
Descubre tu identidad porque Dios te pensó desde antes de que tú nacieras, Él ya te tenía en mente con el deseo de llamarte hijo-hija.
Descubre que Dios no solo te creó, sino que es tu Padre, que te dió la vida y que puedes contar con Él en todo momento.
Déjate abrazar por su amor, deja que las palabras que escuchaste en este momento se queden impregnadas en tus pensamientos, en tu corazón, deja que sane todas las heridas que tienes que sanar de la imagen de Padre que tienes, vive en la verdad.
Que tu misión comience con ser el sueño de Dios, el sueño de ser su hijo, el sueño de reconocer que tienes un Padre en el cielo que está pendiente de ti y que te ama.
Tú procedes del Amor
Eres su obra perfecta, Dios es amor por lo tanto procedes del amor, descúbrete amado por Dios y que ese amor que te demuestra a cada día lo contemples, lo admires como respuesta de que siempre está a tu lado y quiere que sepas que te ama.
Eres el tesoro preciado de Dios, encuentra ese tesoro de sentirte su hijo/hija amado (a), deja que Dios te enseñe a valorarte, a amarte, a verte como Él té mira, déjate amar por Dios, deja que vaya trabajando en tu corazón y vive en el amor.
Vívete como hijo (a) de Dios
Tu identidad nace desde el momento en que reconoces que fuiste creado como hijo/ hija de Dios así como eres, con ese carácter, con tu temperamento, con tu personalidad, así tal cual eres físicamente, porque eres único y eso te hace auténtico.
Encuentra la alegría en la verdad, en la verdad de reconocer que Dios te creo con tanta ilusión, con tanto amor, te pensó y te soñó desde el primer momento que te dio la vida y te puso a través del bautismo un tatuaje de hijo/hija de Dios.
Reconócete amado por ese Padre que daría cualquier cosa por verte feliz, por verte crecer, por ver que vives en la verdad auténtica de ser su hijo (a).
A qué te invito:
Te propongo que vivas tres pasos para que reconozcas tu identidad:
Primer paso, reconócete creado por un Padre amoroso que es Dios.
Segundo paso, reconoce que procedes del amor y que tu vida es amor, estás llamado a vivir en el amor.
Tercer paso tu misión en la vida es ser amor, es amar a cada momento.
Tu Papá del cielo busca el mayor de los bienes para ti, busca tu felicidad, busca que te sientas amado en todo momento, no rechaces su propuesta.
Empieza a descubrir esos toques de amor donde te demuestra cuánto te ama y cuanto vales para él.
Te invito a que le busques, que le hables, que lo trates, el mayor sueño de tu Padre es que vivas en el amor es decir con Él y para entender mejor ese Amor comienza esa relación con tu Papá del cielo.
Oración:
Unámonos en oración por todos aquellos que han vivido sin saber quiénes son, sin conocer a ese Padre que los ama con locura.
Oremos por todos los que se han sentido sin identidad y han recurrido a terminar con su vida, que todos podamos reconocer en nuestras vidas a nuestro Papa del cielo, que nos reconozcamos como sus hijos para poder vivir con la certeza de que procedemos del amor, del amor de Dios. Amén.
Únete al apartado que tenemos para pedir por los demás: Pide y haz oración.
No te pierdas la encíclica del Papa Francisco: Fratelli Tutti.
Descubre tu identidad.
Recuerda que si estás pasando por algún momento de dificultad que necesites trabajar, visita nuestra sección de Psicólogos Católicos, juntos de la mano de Dios, ¡vamos a crecer!
Sofi García.
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