¿Qué es la activación conductual?
La activación conductual (BA) es una modalidad de tratamiento que ayuda a los clientes a modificar su comportamiento.
Con el objetivo final de utilizar un enfoque basado en valores para superar la depresión colocando al cliente en un contexto más integral que solo el evento desencadenante.
Los síntomas depresivos, por ejemplo, si bien son provocados por un incidente que cambia la vida, como la pérdida del empleo.
Se analizan dentro del contexto más amplio del entorno, la comunidad y la historia de vida del cliente.
En el contexto del trabajo social, BA es consistente con los principios rectores de servicio social, justicia, integridad y competencia.
Que impulsan el objetivo general de servir a poblaciones e individuos vulnerables, oprimidos o privados de sus derechos.
Uno de los principales impedimentos para lograr resultados de comportamiento positivos que estén en línea con los valores del cliente es la práctica de la evitación.
Lo que lleva a que la práctica de atención plena y aceptación sea particularmente efectiva para corregir las tendencias de comportamiento desadaptativo que pueden resultar de la depresión.
Al igual que ACT, BA pide al terapeuta y al cliente:
Identificar lo que es personalmente significativo para el cliente
Un ejemplo citado en el nuevo volumen editado por Matthew Boone, LCSW, Mindfulness and Acceptance in Social Work.
Presenta a un inmigrante hmong que recientemente perdió su trabajo (Kanter, Puspitassari, Santos & Nagy 2014).
Después de experimentar una posible discriminación y microagresiones en el trabajo y luego ser despedido, se siente deprimido y no puede buscar otras oportunidades laborales.
Reenfocarse en sus valores (su dedicación a su familia, por ejemplo) le permite contextualizar mejor su pérdida de empleo y su búsqueda de empleo, alineándolos con lo que le da verdadero significado a su vida.
BA pide al trabajador social que ayude al cliente a actuar de acuerdo con sus valores, en lugar de tratar de evitar las emociones incómodas, dolorosas o negativas que podrían surgir de la acción.
Kanter et al destacan cinco habilidades principales de BA:
- Identificar el contexto de vida deprimente preguntando al cliente qué lo impulsó a buscar tratamiento;
- Identificar y discutir respuestas a estas experiencias negativas preguntándole al cliente cómo se siente o qué acciones resultan de este evento;
- Validar la experiencia y reacción del cliente, respondiendo con comprensión genuina de por qué el cliente actúa como lo hace;
- Explicar cómo el comportamiento puede afectar su vida y, en última instancia, exacerbar el ciclo depresivo; y
- Ayudar a los clientes a identificar y participar en comportamientos personalmente significativos que les ayudarán a resolver problemas y construir vidas mejores, más satisfactorias y basadas en valores.
Kanter et al. También identificamos la evaluación y la programación de actividades como piezas importantes de la activación conductual.
Evaluar al cliente implica recopilar información, aprender sobre sus valores y qué actividades resonarán con ellos.
También implica formar una imagen integral de la historia de vida, la comunidad, el entorno y las tendencias de comportamiento del cliente a largo plazo.
Este enfoque no sólo aumenta el éxito, sino que le permite trabajar en colaboración con ellos, otra parte clave del trabajo social.
Seleccionar actividades que realmente permitan a la persona participar plenamente de acuerdo con sus problemas centrales es extremadamente importante.
Y permitirá al trabajador social examinar cómo los comportamientos específicos impactan la depresión del cliente.
Como Kanter et al. describe:
“El corazón de BA es la programación de actividades concretas basadas en las metas y valores del cliente…
Cada sesión se dedica principalmente a programar actividades y revisar el éxito del cliente con las actividades programadas en la sesión anterior. [es] un proceso iterativo y en evolución”.
Cuando nos enfrentamos a una actividad importante, como buscar trabajo, puede resultar útil dividirla en partes más pequeñas.
Para el cliente deprimido, la idea de salir y encontrar trabajo puede parecer increíblemente desalentadora, por lo que desarrollar pasos estratificados puede hacer que el proceso sea más manejable.
Las primeras actividades pueden incluir revisar al menos un periódico al día en busca de posibles ofertas de trabajo y luego empezar a partir de ahí.
Hacer planes para tomar medidas concretas y específicas mitigará el agobio y, con suerte, aumentará las posibilidades de éxito.
Para obtener descripciones generales de varias estrategias más, como control de estímulos, entrenamiento de habilidades y estrategias dirigidas a la evitación, le recomendamos que consulte el volumen completo.
Atención plena y aceptación en el trabajo social: intervenciones basadas en evidencia y aplicaciones emergentes.
Una vez más, es importante subrayar la importancia de ayudar al cliente a comportarse de manera que se alinee con sus valores y, con suerte, poder escucharlo en lugar de escuchar sus estados de ánimo.
Fuente: Newharbinger
Oración:
Padre, te agradecemos el regalo de la vida, gracias por la vida de nuestras familias. Te pedimos que custodies nuestros pensamientos y sentimientos, ayúdanos a saber dirigirlos hacia ti, y que en medio de las adversidades y situaciones que nos puedan afectar o nos roben la paz, sea contigo a quien sepamos acudir. Amén.